Los problemas en materia de bajas se multiplican en el Cádiz CF porque las noticias adversas no paran de llegar. Después del varapalo por Brian Ocampo -adiós hasta final de campaña- y de las sanciones sobre Conan Ledesma e Iza Carcelén -por los incidentes el día del Getafe-, Sergio González tendrá que apretar los dientes sabiendo hay que otro futbolista que se cae del proyecto durante algunas semanas.

Cuando acabó el choque en Almería (1-1), el malestar por los dos puntos perdidos como consecuencia de un penalti evitable tapaba en parte el temor por los problemas físicos de Gonzalo Escalante. Ha sido el paso de las horas y de los días lo que ha dado norte sobre los problemas del pivote. Tiene afectados los isquios y tendrá que parar entre cuatro y cinco semanas, lo que quiere decir que se perderá los partidos Cádiz-Sevilla, Betis-Cádiz y Cádiz-Real Madrid. Y está por ver que llegue a tiempo para el Espanyol-Cádiz.

Sin Escalante, el Cádiz CF pierde a un futbolista que ha sido fijo desde su llegada en el pasado de invierno y sobre el que tiene mucha fe el entrenador. Ha formado pareja con Rubén Alcaraz y con Fede San Emeterio como compañeros que más gustan al preparador catalán, pero a partir de ahora y durante un mes, aproximadamente, verá como una pareja nueva asume esas funciones.

Sin Gonzalo pero con Alcaraz. Es la esperanza del Cádiz CF a la espera de que las pruebas médicas descarten una dolencia seria del centrocampista catalán, otro jugador a tener en cuenta en el esquema amarillo. Si Alcaraz mantiene una buena versión al margen del que sea su acompañante, la baja de Escalante será menos dolorosa y más llevadera.