Cádiz CF

Se repite la historia: el Cádiz CF pierde dos puntos con un penalti en la prolongación (1-1)

Sobrino y Embarba pugnan por el balón.

Sobrino y Embarba pugnan por el balón. / Carlos Barba/Efe

El Cádiz CF tenía el partido ganado. Fue superior al Almería, al que vencía 0-1 hasta que un penalti de Momo Mbaye en el 97 dejó los tres puntos en un nuevo desenlace preñado de frustración. Se le fue la pierna al central en la última jugada de un encuentro resuelto con un empate (1-1) que es mal resultado después de haber tenido la victoria en la mano.

El Cádiz CF hizo un partido inteligente, pero no remató al rival y de poder respirar con 30 puntos se queda con 28, eso sí, una semana más (la cuarta) fuera de la zona descenso. Una vez más, sufrió un pésimo arbitraje, sobre todo en la primera mitad.

Sergio cambió sorprendió con una modificación táctica y se decantó por un doble pivote en lugar del trivote que acostumbraba a alinear en las salidas. Colocó dos puntas con la intención de llegar al área contraria con mayor frecuencia.

No tardó en asomarse Roger Martí con espacio por delante en el minuto 4 aunque demasiado individualista cuando Bongonda estaba solo. Quiso el balón el conjunto amarillo (en este caso vestido de azul) para tratar de frenar el ansía ofensiva de los locales, más necesitados.

Tampoco tardó en aparecer la polémica. En el 3, una patada en el estómago de Robertone a Gonzalo Escalante quedó sin castigo. Y en el 11, una mano de Pozo dentro del área quedó en nada pese al penalti reclamado por los visitantes. Ni Del Cerro ni el VAR apreciaron pena máxima.

Los gaditanos se emplearon a fondo en la presión alta con la que mantuvieron a raya a los rojiblancos en los compases iniciales. Una parada de David Gil tras un derechazo lejano de Embarba fue el único bagaje en el primer cuarto de hora.

El cuero entró con más peligro en el área local a falta de remates. En el 18, Ely cometió penalti sobre Sergi Guardiola pero el ariete había arrancado en un ajustado fuera de juego, que fue lo que señaló el colegiado.

Poe fin un tiro a puerta, firmado por Bongonda en el 21 y despejado a saque de esquina por Fernando. Del córner brotó una nueva acción polémica. Leo Baptistao zancadilleó y agarró de un brazo al belga y el penalti pitado por el árbitro primera instancia quedó en una falta justo antes de la línea lateral del área y además sin amonestación para el autor de la falta. La zancadilla se produjo fuera del área, pero no quedó claro si el agarrón del brazo fue dentro.

El Cádiz CF tenía el partido bajo control, muy superior en la primera media hora y una vez más con acciones en contra de los visitantes no señaladas, como un plantillazo de Ely en el muslo de Escalante que no tuvo consecuencias disciplinarias.

El mayor sufrimiento para los foráneos llegó desde los saques de esquina. En uno de ellos, en el 33, Babic conectó un cabezazo que se escapó por poco por encima del larguero. 

Fue en la recta final de la primera parte cuando despertaron los pupilos de Rubi. En el 35, Luis Suárez remató alto en boca de gol. En el 38, David Gil atrapó el balón que llegó con difícil bote tras una falta lejana lanzada por Embarba.

Y en el 40, más salsa a la polémica y una vez más con perjuicio al Cádiz CF. El árbitro y el VAR pasaron por alto un penalti cometido sobre Roger Martí, agarrado por Centelles a Roger Martí cuando buscaba el remate dentro del área. Hubo más: en el 42, tarjeta perdonada a De la Hoz por una dura entrada a Fede San Emeterio. Fue una tras otra.

El empate a cero imperó en el descanso gracias a David Gil. En el 44, hizo un auténtico paradón tras un cañonazo de Eguaras desde la frontal del área que iba a la escuadra. En el posterior saque de esquina, el arquero de nuevo salvó a los suyos tras un testarazo al larguero de De la Hoz.

Se libró por los pelos un Cádiz CF que acumuló sobrados méritos para no verse por debajo en el marcador en el intermedio. Fue mejor en el juego, aunque no en ocasiones.

Los visitantes salieron como motos en la reanudación y en el 49 abrieron la cuenta gracias a una jugada de estrategia que nació con el clásico saque de banda de Luis Hernández que son casi saques de esquina. Colgó el balón en el área, tocó hacia atrás de cabeza un zaguero y entre Roger Martí y Babic introdujeron el balón en la portería. 0-1.

El ariete se estrenó como goleador cadista en el momento más oportuno para dar un golpe certero y dibujar un decorado inmejorable. Ese tanto dio paso a una especie de partido nuevo, con los de casa obligados a darlo todo en ataque y los visitantes afanados en conservar e incluso aumentar la renta. Casi lo consiguió Sobrino en el 56, aunque no se salió el regate solo delante de Fernando.

Apretaron los anfitriones y replicaron los gaditanos, ya sin el lesionado Escalante, relevado por Álex Fernández. En el 66, una volea con la zurda de Sergi Guardiola se topó con la intervención del cancerbero, que evitó el 0-2. 

El arreón de los rojiblancos fue a más hasta el punto de tener muy cerca el gol. En el 67, Lázaro Vinicius falló la oportunidad de su vida con un cabezazo a un metro de la portería de se marchó fuera de manera milagrosa. En el 69, testarazo fuera de Melero en pleno asedio, el guión previsible en el tramo decisivo del encuentro.

Los de Sergio González se metieron atrás y el técnico tuvo que hacer cambios obligados más allá de el de Escalante. Jorgé Meré, muy seguro, y Fede San Emeterio, un pulmón, se marcharon con molestias y dejaron su sitio a Momo Mbaye y Youba Diarra, que llevan tiempo sin jugar. Reapareció Víctor Chust y Luis Hernández acabó de lateral derecho.

El acecho deparó instantes de agobio mientras los visitantes no dieron con la tecla a la contra para rematar la faena. El Cádiz CF sacó el manual de resistencia, jugó con el tiempo y tuvo que afrontar siete minutos de prolongación. Bongonda no tuvo fuerzas solo delante de Fernando y remató fuera. Perdió la ocasión de poner el 0-2 y en el 95 llegó el revés.

Se repitió la historia. El árbitro señaló penalti por un derribo de Momo Mbaye sobre Luis Suárez, sin opciones de llegar al balón que tenía Espino. Momo cometió una imprudencia. Transformó Melero en el 97 para poner el 1-1 definitivo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios