Aulestia mezcla sentimientos

El portero aguarda al 'play-off' con el gran sueño de que el Cádiz y el Oviedo superen por separado la ronda destinada a los primeros, para enfrentarse en la eliminatoria de campeones

Aulestia abre los brazos mientras es manteado por sus compañeros ante el delirio de la afición del Oviedo por el ascenso obtenido en la temporada 2008-09.
F.j. Díaz Cádiz

24 de abril 2015 - 05:02

Oinatz Aulestia no es un portero cualquiera. Nunca lo ha sido. A sus 34 años no deja indiferente nada de lo que hace, nada de lo que dice. La historia cadista le debe una grande, una con forma de ascenso como el que le arrebató de entre sus manos en 2012. Fue el mejor en la tanda de penaltis ante el Lugo, pero bastante tuvo con detener penas máximas como para también anotarlas. Aquella decepción le llegó a lo más hondo y su regreso el pasado verano llevaba mucho de sacarse aquella espina aún clavada. Como clavado tiene su paso por el Real Oviedo, que en breve podría ser enemigo número 1 o enemigo número 2, según el momento del play-off en el que se crucen, si es que se cruzan.

Aulestia sabe que a los pies del Nuevo Carlos Tartiere es un tipo muy querido que dejó huella en la antesala del verano de 2009, cuando ante el Mallorca B -en otra inolvidable tanda de penaltis- su papel fue determinante para que los azulones dejaran atrás la Tercera División.

Hay imágenes que valen más que mil palabras y la que ilustra esta información revela el cariño de aquel equipo y de su afición por el portero cadista. Fue en el Iberostar Estadio -entonces conocido como Son Moix-, donde los seguidores ovetenses desplazados vieron a Aulestia frenar al filial mallorquín desde los once metros; una tanda que valía un ascenso.

Seis años después la afición cadista también mira esperanzada al portero de Ondarroa, sabedora de que por sus manos pueden pasar el ascenso de su equipo y la alegría de toda una ciudad y buena parte de su provincia. El cancerbero vasco es un experto en este tipo de casos, frío como el sólo a pesar de ser 'explosivo' en los momentos de mayor intensidad deportiva; experto para manejar lo que se aproxima y deseoso por celebrar algo grande en la Tacita, algo que se escapó en el último suspiro hace casi tres años.

Aulestia se ha referido a lo que está por llegar dentro de pocas semanas y sabe que en ese bombo de campeones, Cádiz y Oviedo tienen muchas posibilidades de ser dos de las cuatro bolas. Lo sabe y se posiciona claramente sobre cuál sería su deseo más grande. "Oviedo y Cádiz tienen mucha exigencia. Ante el Oviedo me gustaría jugar la eliminatoria de campeones", unas palabras que de nuevo no deja indiferente a nadie al mostrar claramente el deseo de que su actual equipo y el asturiano sean los que consigan por la vía rápida el ascenso.

Conociendo su ambición, su suplencia en Lucena pudo ser la más compleja para un portero que, hasta entonces, lo había jugado todo en Liga. Ese cambio de rol lo explicó ayer de la siguiente manera. "Personalmente me gustaría llegar al play-off compitiendo, pero el entrenador tiene que pensar en lo global", agregando en un gesto cordial que "entiendo que también juegue Ricky (Alonso) aunque yo no necesito descanso porque quiero jugar siempre". "Es algo que no está en mis manos". Precisamente siguió refiriéndose al portero con el que compite por el puesto, muy cuestionado por su actuación en tierras cordobesas. "Es difícil salir y hacerlo perfecto tras llevar tiempo sin jugar. En la segunda parte le daba el sol de cara, y en algunas salidas le pudo molestar. Hizo un buen partido, quitando la pena de los goles, y hay que animarlo para que siga trabajando como hace todos los días".

Aulestia no dejó muy clara su preferencia antes de afrontar la fase de ascenso. "Nunca se sabe si llegar al play-off con una dinámica buena o con descanso influye. La idea es llegar siendo competitivos para que sea de máximas garantías", recalcó para acabar.

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