Año de buena cosecha en La Fábrica
Real madrid castilla
El Castilla busca un ascenso que abra las puertas del primer equipo a sus jóvenes valores. Carvajal, Jesé, Joselu y Morata son las figuras del conjunto de Toril
El Real Madrid Castilla es un viejo conocido del Cádiz en la lucha por el ascenso a Segunda División. Los amarillos se enfrentaron al filial blanco, entonces Real Madrid B, en la liguilla de la temporada 1997/98, cosechando sendas derrotas: 0-2 en Carranza (dos de Rivera) y 2-1 en el Santiago Bernabéu (Rojas y Rivera para los madridistas, Puente para el Cádiz). Dos victorias que no sirvieron para que los blancos, entonces dirigidos por Miguel Ángel Portugal, lograran un ascenso que se les escapó en la última jornada de la liguilla ante el Barcelona B de hoy estrellas mundiales como Puyol o Xavi Hernández.
Pero que el precedente no les asuste, porque no puede decirse que el filial madridista sea precisamente un especialista en ascensos. De hecho, en los últimos 14 años, desde aquella liguilla de la 97/98, el Castilla ha disputado seis fases de ascenso a Segunda y solo logró el objetivo en la 2004/2005, con un equipazo con jugadores ahora de primer nivel como Arbeloa, Borja Valero, Jurado, Barral o Soldado, entre otros. El pasado año, fue el Alcoyano el que acabó con sus esperanzas a las primeras de cambio tras clasificarse como tercero para el play-off de ascenso. Esta larga espera ha convertido el ascenso en casi una obligación, más aún siendo constante la comparación con el eterno rival, el Barcelona, con un filial asentado en Segunda en las últimas temporadas.
Este año, prácticamente con el mismo bloque y con Alberto Toril de nuevo en el banquillo, el conjunto blanco se ha consolidado como uno de los mejores de la Segunda B y, siguiendo los pasos del primer equipo, ha gobernado el grupo I prácticamente de principio a fin. De hecho, fueron los primeros en clasificarse para la eliminatoria de ascenso directo a falta de tres jornadas para la conclusión de la temporada regular haciendo gala de una pegada impropia de la categoría en un grupo con gran potencial. Históricos como el Tenerife, el Albacete o el Oviedo no han tenido nada que hacer ante el filial blanco, que ve el salto de categoría como una posibilidad de promoción para sus jugadores tanto de cara al primer equipo como a posibles compradores.
El tridente de arriba marca la diferencia
Alberto Toril cuenta esta temporada con un grupo con cierta experiencia ya en la categoría y que en muchos aspectos es un calco de sus mayores. Mismo sistema, 4-2-3-1, y mismas características, para lo bueno y para lo malo: el madridista es un equipo cuya enorme pegada compensa sus dificultades para controlar el juego en muchas fases de los partidos y que sufre de lo lindo a balón parado, encajando más de un gol de estrategia ante equipos muy inferiores. Un importante punto débil que el Cádiz, con un técnico que trabaja mucho el balón parado, podría explotar en caso de quedar emparejado con los madridistas.
El bloque es prácticamente el mismo que logró la clasificación para el play-off el pasado año y algunos de ellos ya saben lo que es debutar con la primera plantilla del Real Madrid a las órdenes de José Mourinho. En la portería Jesús y Tomás Mejías se alternan en la titularidad dependiendo del que vaya cada semana con el primer equipo. En en lateral derecho está probablemente el mejor futbolista de este Castilla, Carvajal, campeón de Europa sub-19 y un firme valor de La Fábrica blanca. Le acompañan en la zaga Casado por la izquierda y Nacho y el portugués Pedro Mendes en el centro.
El también campeón de Europa sub-19 con la selección española Álex Fernández es la primera opción para el mediocentro junto a Pedro Mosquera, centrocampista de gran calidad repescado en el mercado invernal del Getafe tras no contar para Luis García en el conjunto azulón. Mandi, que también ha disputado bastantes partidos como titular, es una opción de corte algo más defensivo para el centro del campo blanco. Por la derecha es habitual Juanfran, un jugador habilidoso y con un gran disparo desde media distancia.
El tridente de arriba es lo más temible del conjunto madridista, con Morata en la izquierda, Jesé Rodríguez en la mediapunta y Joselu como referencia arriba. El canario pone la magia moviéndose con libertad por toda la zona de ataque del conjunto blanco, salvando las distancias, a imagen y semejanza de lo que hace Cristiano Ronaldo en el primer equipo, aunque más orientado al centro. A él, como al portugués, también se le pide desborde, velocidad y gol.
Álvaro Morata, por su parte, está considerado como uno de los grandes talentos de la cantera blanca, se trata de un delantero de gran envergadura (190 centímetros), habilidad y mucho olfato de gol que ya ha debutado con los mayores. Campeón de Europa sub-19 junto a sus compañeros Carvajal y Álex Fernández, muchos ven a Morata en el primer equipo madridista en un futuro no muy lejano. Y Joselu es el actual pichichi del grupo I y sus 18 goles hablan por si solos de su olfato de gol. El ex del Celta es, como Morata, un ariete corpulento (1,92 metros) que ha explotado esta temporada en el segundo equipo del Real Madrid. El gol es cosa de ellos.
El centrocampista Omar y el extremo hispano-ruso Denis -hijo del ex jugador del Sporting de Gijón Dimitri Tcheryshev- también han gozado de muchos minutos a las órdenes de Toril y su concurso es también valioso para un Castilla que espera convencer a Mourinho de que los Jesés y Moratas son tan válidos para el Real Madrid como sus Coentraos y Sahines.
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