Cádiz CF

Amistosos de andar por casa para el Cádiz CF

  • La ausencia de 'bolos' esta pretemporada antes de la reanudación va a influir de manera notable

Edu Ramos y Dani Fornell, en el amistoso Chiclana CF-Cádiz del pasado verano.

Edu Ramos y Dani Fornell, en el amistoso Chiclana CF-Cádiz del pasado verano. / SONIA RAMOS

El nuevo fútbol se dejará en el camino, al menos en los que resta de temporada, muchas cosas que formaban parte de sus ingredientes y que daban lugar a esa salsa única que mezcla pasión, sabor y disfrute. La pandemia ha abierto un escenario que no conocía el deporte rey ni ningún otro y que obliga a hacer un camino diferente del que ya existía desde el blanco y negro.

Los días avanzan y el Cádiz CF continúa completando sesiones de entrenamiento; primero fue de manera individual y desde esta semana con grupos más amplios pero cuidando al máximo el protocolo y llegar y salir de manea escalonada, así como que el uso de las instalaciones de El Rosal se limita al campo de trabajo.

El Covid-19 está conduciendo a caminos insólitos e inéditos para los equipos de fútbol. Paró la competición y no es sencillo reanudarla después de dos meses de inactividad con los profesionales encerrados y con escasos recursos para ejercitarse tal y como lo hacen habitualmente.

Una de las ausencias de este periodo de preparación serán los tradicionales partidos amistosos, un clásico cada verano que mueve a los aficionados más acérrimos para empezar a conocer la cara del nuevo proyecto. Lógicamente no se está ante una pretemporada veraniega ni el aficionado tiene sitio en amistosos ni en competición oficial.

No jugar partidos amistosos en este mes de pretemporada antes de la vuelta de la Liga va a influir notablemente en las once jornadas restantes. Es una realidad que ya van manifestando muchos protagonistas de la puesta a punto de los equipos, tales como entrenadores y preparadores físicos.

Cuando se cumpla un mes largo desde que el Cádiz reapareció por su ciudad deportiva, la reanudación de la Liga deberá estar al caer siempre que no se produzca algún contratiempo. Pero hay un mal de fondo con el que tendrá que convivir Álvaro Cervera, ya que ningún entrenamiento le da al futbolista el estrés de la competición, la sensación del trabajo colectivo para adquirir conceptos como la mejor clase práctica.

Hay que tener presentes que los aspectos emocionales también se entrenan y constituyen el elemento que da el punto óptimo para competir de la mejor manera posible. No es lo mismo medirte con un rival al que no conoces bien o realmente no conoces que hacerlo con tus compañeros, a los que tienes al lado a diario y sabes perfectamente sus características.

Llegado a este punto no cabe duda que entrenar está muy bien para ir recuperando el tono físico perdido después de dos meses de confinamiento. Pero los amistosos dan un plus que faltará en esta pretemporada atípica de unas cinco o seis semanas, previa de una competición en la que muchos equipos se van a jugar una temporada entera.

En cualquier fase preparatoria del verano, después de los ocho o diez primeros días de entrenos se disputa el primer amistoso y así prácticamente todas las semanas con el aumento de la intensidad y el potencial del adversario. El Cádiz tiene su ruta provincial desde la segunda quincena de julio; era así cada año. Aunque estamos hablando antes del Covid-19, cuando el fútbol era un deporte abierto a la afición y que se preparaba y se jugaba bajo otras condiciones.

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