Cádiz CF

Abraham pasó por el quirófano el pasado lunes

  • El catalán se operó de su mano izquierda y será baja contra el Huesca con toda seguridad

Una máxima en el cuerpo técnico del Cádiz es no arriesgar con los jugadores que arrastran problemas físicos más que serios. Lo primero es la persona; lo segundo el futbolista. Por este motivo, Abraham González se perderá con toda seguridad el partido que disputarán los amarillos este próximo domingo en El Alcoraz frente al Huesca del gaditano Antonio Calderón. Además, es más que probable que el centrocampista procedente del Barcelona B incluso haya dicho adiós a la temporada antes de la última jornada que tendrá lugar en el estadio Ramón de Carranza ante el Numancia, que ya no se juega nada en la tabla de clasificación.

Y es que, según ha podido contrastar este periódico, el catalán no ha aguantado más las dolores que le producían la doble fractura en el tercer y el cuarto metacarpiano de su mano izquierda -una lesión que se produjo hace dos semanas en el partido contra el Nástic en Tarragona tras chocar con un adversario- y, siguiendo los consejos de los servicios médicos del club amarillo, decidió operarse el pasado lunes tras jugar contra la Real Sociedad con una protección especial que le impidió moverse con total libertad.

Ahora, para el partido contra el Huesca, y quién sabe si para la cita ante el Numancia, el técnico del equipo, Víctor Espárrago, tendrá que buscar un sustituto de garantías en el centro del campo, ya que Abraham, única ausencia en el entrenamiento de ayer en las instalaciones de El Rosal, era uno de los fijos en esa demarcación.

Las papeletas para el relevo se van a repartir entre Víctor Ormazábal, Carlos Caballero y Jon Erice. Y sólo uno de ellos formará pareja con Andrés Fleurquin en el doble pivote sobre el terreno de juego del estadio de El Alcoraz. El uruguayo, que afrontaba el partido contra la Real Sociedad apercibido de sanción, fue sustituido a falta de media hora pare el pitido final y, para bien de su equipo, podrá ejercer de capitán una vez más vestido de corto. Y, posiblemente, en su mejor estado de forma de todo lo que se lleva de temporada.

Quien menos opciones tiene de acompañar a Fleurquin, en teoría, es Carlos Caballero. El madrileño acaba de superar sus últimas secuelas del accidente de tráfico que sufrió en la capital gaditana y, en caso de volver al equipo, lo haría seguramente en la banda izquierda, donde ha brillado en la parte final de la segunda vuelta de la competición antes de sufrir el percance con su coche.

Aún restan cuatro entrenamientos de aquí al importante encuentro del domingo, aunque es más que probable que Espárrago tenga ya el relevo en su pizarra.

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