Varias zonas de aparcamientos pintados de verdes de la Barriada de la Paz de Cádiz amanecen desiertas de coches

La AA.VV. Bahía de Cádiz pide que se replantee el sistema de estacionamiento regulado en La Paz

Vecinos de Segunda Aguada se sienten "arrinconados" ante la falta de aparcamientos

La calle Barbate se encuentra, noche y de día, desierta de coches, desde que pintaron sus bordillos de verde. / J. Benítez

Dos y media de la tarde. Un vecino X residente en la calle Acacias necesita ir al médico. Su centro de salud de referencia es el ubicado en la Barriada de La Paz. Llega allí con su coche para traer al médico a su padre de edad avanzada, lo deja en la puerta el menor tiempo posible porque apenas se mantiene de pie, mientras que él busca aparcamiento cercano.

Justo en la puerta hay una zona reservada para ambulancias y otro espacio para aparcar en batería con el bordillo pintado de naranja. "Bueno, pago, con tal de aparcar y no tener a mi padre sólo en la puerta del ambulatorio". Pero no, es imposible porque la zona naranja está a tope. "Bueno daré una vuelta por el entorno". Se mete por la calle Barbate o Guadalquivir y "¡ Bien, hay sitio,. ahí mismo lo dejo", pero mi gozo en un pozo ya que el bordillo está pintado de verde, es decir que es un espacio reservado sólo para los vecinos y residentes del lugar que se supone que han expresado la necesidad de este pintado de verde para poder tener aparcamiento casi asegurado.

La incongruencia se plantea cuando una zona de estacionamiento regulado pintado de verde esté vacía de día y de noche. Eso quiere decir que los vecinos del lugar o no necesitan esa zona para ellos o bien que, peor aún, es un espacio en el que no hay vecinos: nadie vive ahí. Sólo un edificio de color rojo donde se prevé que sus vecinos deben ser mayores no tienen coche o si lo tienen los tienen en aparcamientos privados. El resto del espacio lo ocupan el colegio Afanas, la escuela Infantil Los Dálmatas o el centro de salud de La Paz donde nadie reside.

Algo falla. Y este misterio o posible incongruencia lo apoya, con su testimonio, el presidente de la asociación de vecinos de Bahía Gaditana, Gonzalo Pando, cuya entidad es una de las tres que representa a los residentes de las zona de Cádiz antiguamente denominada como las Mil Viviendas, junto a las aa.vv. Entre dos puentes y la de Buenavista.

Este representante vecinal lo primero que hace es poner sobre la mesa la clara intención recaudatoria por parte del Ayuntamiento a la hora de establecer un sistema de estacionamiento regulado que "lo único que persigue es privatizar las calles de Cádiz". Pero, según Pando, no le ha salido bien la jugada, ya que es está viendo forzado a recular en muchos barrios al ver como los huecos que "saca a la venta" no los quiere nadie.

Una clara prueba de esta circunstancia son la Avenida Guadalquivir o la calle Barbate, que recorre uno de los laterales del centro de Salud La Paz, al que están adscritos un importante número de gaditanos de la capital que, en buena parte de las ocasiones, se ven forzados a coger algún medio de transporte para llegar hasta este núcleo sanitario como podría ser el caso de buena parte de los habitantes de Bahía Blanca cuyos residentes se dividen entre el centro de salud de La Merced y el de La Paz.

Esta situación y esta lejanía provoca que un gran número de gaditanos de avanzada edad como es la media de los que viven el citado barrio de Cádiz cercano a la Puerta de Tierra tengan que coger el coche para poder llegar hasta allí requiriendo, por lo tanto, espacios para estacionar sus vehículos, dado que la barriada es una zona que adolece de estacionamientos públicos o subterráneos. Así, cuando llegan a La Paz tienen que empezar a rezar kilómetros antes para encontrar algún hueco medianamente cerca del ambulatorio dentro de la zona de estacionamiento regulada de color naranja que es la única a la que puede aspirar, ya que el resto es ya verde, y, por lo tanto, sólo utilizable por parte de los vecinos que residen en esa zona de La Paz.

Gonzalo Pando retrocede un año, allá por octubre de 2024, cuando como representante vecinal se veía con el concejal Verdulla (Movilidad Urbana) y con Virginia Martín (Participación Ciudadana) a petición de ambos políticos, que querían saber si sus vecinos querrían que el Ayuntamiento estableciera junto a sus viviendas esta zona de estacionamiento regulado y "nos propusieron hacer una especie de consulta para saberlo", algo que para Pando resultaba harto complicado hacer con cierto rigor y siempre respetando la privacidad de los datos de sus convecinos. "Eso sí, ya sabíamos que en aquel entonces eran muy pocos los que nos presionaban en ese aspecto porque era relativamente fácil encontrar un hueco en nuestra barriada para nuestros vehículos".

Al parecer, según narra Gonzalo Pando, el Ayuntamient,o aún recelosa, acudió a las otras dos asociaciones y, con ellas, si se tomó la decisión de pintar los bordillos incluso de calles en las que como la calle Barbate "rige" la batuta de la aa.vv. Bahía. "Eso provocó que muchos de nuestros propios convecinos se nos echaran encima y en vez de dirigir sus quejas hacia San Juan de Dios lo hicieran en contra de nuestra asociación, como si nosotros hubiéramos decidido colorear los bordillos".

"Al final lo que consiguen es que los coches que no pueden aparcar en las zonas verdes se vayan en busca de otros espacios de la ciudad provocando que ese censo de automovilistas que siguen siendo tan gaditanos como usted o yo pero que no tienen ya la suerte de poder vivir en la capital, vienen a Cádiz para trabajar, para hacer algún trámite administrativo o bien para ver o cuidar a sus mayores, encontrándose con que ya no hay sitio para ellos y que Cádiz está ya repartida, teniéndose que dar la media vuelta y si antes venían dos o tres veces en semana a ver a sus padres pues ahora sólo vienen una vez a la semana", indica Pando.

Para colmo, al parecer, el Ayuntamiento termina priorizando las zonas verdes sobre las naranjas porque "parece que escasean los parquímetros y a ellos les sale más barato un color que otro para así no tener que instalar ese mecanismo".

Este histórico dirigente vecinal incide en que un lunes de Piojito basta irse a Loreto y comprobar que las zonas verdes están todas vacías y las naranjas están que ya no queda hueco ni para una vespino 

Y algo así está pasando en La Paz, donde hay ya vecinos que no tienen derecho a aparcar en ningún espacio en concreto sin tener que pagar que se ven obligados a meter sus coches incluso dentro de los patios privativos de muchos de los edificios de La Paz, eso sí, con el riesgo de que llegue la Policía Local y les multe.

Toda esta discordia y malestar ha llevado al Ayuntamiento, según asegura Gonzalo Pando, a idear un sistema que, al parecer, quiere poner en funcionamiento a partir del mes de finales de año y que, con el tiempo, quiere instaurar en buena parte de la ciudad.

Se trata de una nueva división de los distritos destinada sólo en exclusivo para la regulación de las zonas de estacionamiento para los vehículos. Así, con la ayuda de una aplicación para el teléfono móvil, los vecinos no tendrían ni que llegarse hasta las oficinas de Emasa sino que bastaría con darse de alta en esa aplicación e imprimir un documento que les acreditaría para aparcar en todo ese distrito, que en el caso de la Barriada iría desde San Severiano, o Guillén Moreno, hasta la mismísima Puntales, incluyendo, por ejemplo, Loreto.

Con este sistema, un vecino de la Paz lo mismo podrá aparcar en una verde o naranja cercana a su casa que en Loreto o Puntales, lo que ampliaría la posible oferta y evitaría así que un vecino de una cierta zona del barrio no pueda aparcar a unos metros de su casa porque ese espacio ya pertenezca a otro barrio.

Pando adelanta que este nuevo sistema que regularía los aparcamientos con una app abaratará el sistema ya que será el propio vecino el que sacará por su impresora la autorización que tramitará desde su propio móvil, con lo que esto conllevaría en la reducción de costes tanto de material como de gestión por parte de la empresa pública Emasa.

"Ya hemos aprovechado que se avecinan cambios para pedirle al Ayuntamiento que tengan un especial miramiento con zonas como las del centro de día de la calle Barbate, la del Campo del Cura, la del ambulatorio o la de Afanas y que pinten toda esa zona de blanco a la vista del uso que tienen esos espacios", recuerda Pando

"Lo único que ha conseguido el Ayuntamiento, con su falta de planificación es hacer caja y privatizar las calles y luego, nos traslada a los representantes vecinales la responsabilidad y van diciendo que han sido los propios vecinos los que han pedido que pinten los bordillos de verde o de naranja", insiste Gonzalo Pando, aunque se muestra esperanzado con que el nuevo sistema que quiere poner en marcha allá por el mes de noviembre el propio Ayuntamiento funcione y acabe con la imagen de calles con los bordillos verdes y sin ni un coche aparcado escudando la decisión en que son los propios vecinos los que lo piden, los mismos vecinos que dejan desiertas esas vías urbanas.

"Que vayan pensando en el nuevo hospital o en la Ciudad de la Justicia"

Dicen que el que avisa no es traidor y Gonzalo Pando, vicepresidente de la asociación de vecinos Bahía de Cádiz afirma que "no sé si usted o yo lo veremos y si lo vemos ya tendremos edad para conducir, pero ya está más cerca la creación de ese ansiado nuevo hospital o bien de esa necesitada Ciudad de la Justicia". Estas dos infraestructuras irán a caer por zonas muy cercanas unas de otra, lo que conllevará un movimiento de miles y miles de vehículos diarios que necesitarán un espacio en el que aparcar. "Hay tiempo, por suerte o por desgracia para pensarlo así que no está mal ser previsor y evitar que la ciudad no pueda absorber todos esos coches que llegarán ligados a un nuevo hospital o que tengan que venir a un juicio procedentes de fuera de la capital".

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