Nunca una canción adquirió tanto significado para un artista. 11 años sin dirigirte a tu tierra son demasiados, sobre todo si en los discos y en los escenarios lleva a gala a su ciudad. Cádiz, Santa María y la calle Botica. Cuando el reloj marque las 22.30 horas y el sol se haya ocultado por La Caleta, José Luis Figuereo 'El Barrio' podrá gritar con fuerza eso de "he vuelto".

El último recuerdo se traslada a abril de 2004, cuando dio su último concierto en la capital gaditana en el Gran Teatro Falla. Algo más de una década. En medio, solo un evento privado de una firma de telefonía en el que no pudo sentir el calor de su gente, la que hoy le arropará en la parada que hace a gira Hijo del Levante Tour en el castillo de San Sebastián, en el que será el tercero de los Conciertos para la Libertad. Su voz, la banda, las canciones, 400.000W de luces, 80.000W de sonido y 100.000W de vídeo completarán un show para el que ya no quedan entradas.

Ayer, Selu descansaba en su casa gaditana a la espera de subirse hoy al escenario. Un día de relax para prepararse para un concierto de tanta envergadura. La expectación es máxima y 'El Barrio' es consciente de a lo que se enfrenta esta noche. "Todavía no ha llegado mi hora. Yo creo que mañana -por hoy- va a ser peor. Ahora mismo estoy en mi casa sin salir. Ya no saldré hasta el día del concierto. Me encuentro refugiado viendo la tele, jugando al ordenador o haciendo cualquier cosa. De comer, suelo comer ya poco. Después, por la noche, se me trastoca un poco el humor. Quiero un poquito de soledad, de más distancia. Todas estas cosas me pasan cuando viene un concierto grande. Y va a ser un concierto grande", cuenta Selu. De hecho, tal como confiesa, si hace una pequeña escapada será para bajar a Santa María para ir a La Merced a ver a su Jesús de la Sentencia "para ponerme en sus manos".

El regreso de esta noche permite cerrar un período en el que no se dieron las condiciones para entregarse al público gaditano. "Ellos -por el anterior Gobierno municipal- sí estuvieron interesados en todo momento en El Barrio, pero estuvieron interesados en sitios donde yo no entraba. A mí me parecía un acto de poca vergüenza cobrarle mi arte o mi trabajo a unas personas y a otras no. Así que yo creo que todo el mundo es igual y que, cuando viniera a Cádiz, sería igual que en todos lados", responde con sinceridad.

Con más de media España ya recorrida desde que volviera a los escenarios allá por principios de año tras un descanso de tres años, Selu comenta que en el concierto de esta noche "voy a intentar hacer todo lo que llevo haciendo desde el principio de la gira" con su disco Hijo del Levante, triple disco de platino. Aunque será un espectáculo muy parecido, estar en Cádiz le permite que la ciudad también sea la protagonista de sus canciones. "Aquí puedo tener la suerte de hacer un tema que no hago en ningún lado, como es Santa María. Ese tema, al ser tan localista y hablar de las calles del barrio o de las costumbres que puede haber en el barrio de Santa María, cantarlo en Pamplona como que no".

Junto a la temática, en la que habrá muchas referencias de Cádiz, también serán importantes los géneros, adquiriendo bastante protagonismo el flamenco dentro de su repertorio. "Las bulerías serán más largas, los tangos serán más largos, las rumbas... será lo que me salga arriba en el escenario porque yo improviso".

Lo que más motiva a Selu del concierto es, además del lugar, el público al que se va a enfrentar. "El público de Cádiz es rarillo para escuchar un concierto. Yo hablo de mis tiempos antiguos y es como si me analizaran o me examinaran. Es un público que está intranquilo. Me gustaría que se relajara. Todo ha ido muy bien en la gira, ha sido un éxito en todos lados. Que dejen el bolígrafo guardadito para decir que aquí he acertado o que aquí he fallado. Que se relajen y que vivan el concierto". Con todo, Selu se congratula de que su público "es muy fiel" , por lo que para él "actuar en Cádiz va a ser muy especial. Yo quiero captarlo con el público y que haya una cosa recíproca". "Me gustaría que hubiera una conexión muy grande entre público y artista. Que pudiera haber un ambiente caliente para inspirarme y salir de allí ya borracho de las letras y de la música de El Barrio", sentencia.

Para colmo, un escenario como el del castillo de San Sebastián también acompaña para cerrar un círculo mágico, siempre que la meteorología sea benévola. No teme al levante, como hijo suyo que es, sino al poniente. "Tengo muchos amigos marineros de Sanlúcar con los que comento mucho el tiempo y me dicen que va a a haber poniente en calma. Eso es perfecto. Va a ser emblemático y muy bonito", recalca Selu a la espera de que las predicciones acompañen.

Su último gran concierto antes de poner El Barrio los pies en Cádiz lo dio hace una semana en el Teatro Real con Esencia, una nueva vuelta de tuerca al actuar con una orquesta, una big band y su grupo. "Una experiencia única e irrepetible" de la que se editará en octubre un DVD de la actuación más la reedición del último disco con cuatro temas nuevos: una canción a dúo con Peret, la recopilación de los Gipsy Kings No volveré, el reggae Amarás la noche y olvidarás la aurora, y la bulería Un currante y punto.

Todo lo cosechado en estos meses atrás le hace reconocer que la vuelta a los escenarios la ha realizado en "el momento oportuno", a lo que añade que el regreso lo hizo "con temas muy sociales". Por ello, y aunque se siente "orgulloso" de toda su trayectoria anterior, cree que "va a pasar mucho a la historia cuando tenga un tiempo. Va a coger valor, como pasa con el vino".

Para acabar, y con las miras puestas en el castillo de San Sebastián, un deseo para cuando se despida de su público: "Que la gente salga mirándose y sonriendo. Esa mirada de que te ha gustado algo y que no lo puedes decir porque no te sale. Que la gente se vaya con el recuerdo de que han pasado diez años, pero seguimos siendo todos del mismo barrio, de la calle Botica".