Aunque todavía no ha comenzado el programa de voluntariado domiciliario, esta labor ya la ha realizado anteriormente algún voluntario de la AECC de manera esporádica, con enfermos derivados por el propio hospital o porque lo solicitaba algún familiar.

Juan Carlos Canto es una de las personas que ha realizado esta labor en alguna ocasión. Él lleva más de diez años como voluntario de esta entidad y señala que ha hecho "de todo". Actualmente es coordinador del comité de participación de pacientes de la AECC a nivel nacional.

Según Juan Carlos Canto, la labor del voluntario "mejora la calidad de vida del paciente en el domicilio y la disminución del impacto de la enfermedad es notable". Por su experiencia, asegura que el hecho de que el enfermo sepa que una persona va a ir a su casa un día a la semana "es un aliciente para él". "Saber que hay alguien que está pendiente de él y que va a visitarle hace que disminuya la ansiedad de encontrarse solo. La enfermedad te quita las ganas de hacer cosas y gracias a la figura del voluntario, vuelven esas ganas".

Dice que esta figura también sirve de enlace para que los enfermos se abran tanto a la familia como al personal sanitario: "El voluntario les sirve de apoyo emocional porque suelen contarle cosas que no se atreven a contar a la familia, y eso les ayuda a mejorar la comunicación con ella, porque ven que no pasa nada por contar sus temores y cómo se encuentran". Afirma que en algunos casos se produce un efecto de imitación en los familiares, porque "ven que cuando va el voluntario a visitar al enfermo, esa noche está más tranquilo y se encuentra mejor, entonces, la familia se da cuenta de que es posible abordar el tema de la enfermedad".

Comenta que algunos familiares se sienten culpables de no poder estar con el enfermo todo el tiempo que quisieran, y la presencia del voluntario les libera en parte de esa culpa.

Juan Carlos manifiesta que para él, el voluntariado es un compromiso. Pasó hace años por esta enfermedad y afirma que recibió mucho de los voluntarios cuando era paciente. Ahora, "lo que he recibido y el agradecimiento que tengo a estar vivo, a ser un superviviente de esta enfermedad, tengo que devolverlo. El tener la posibilidad de compartir con semejantes, con personas que están pasando lo que yo pasé, eso da sentido a mi vida. Ya no concibo la vida sin hacer voluntariado".