Los usuarios de Puerto América en Cádiz exigen a la Autoridad Portuaria que se lleve las mercancías peligrosas lejos de la ciudad

"En la abandonada Punta de San Felipe, a tan solo un centenar de metros de la localización de dos instalaciones náutcas de recreo —Real Club Náutco de Cádiz y Puerto América— la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz sigue empecinada en mantener la ubicación de los espacios portuarios dedicados a albergar los residuos y basuras MARPOL, la parcela de las Mercancías Peligrosas y los contenedores inoperatvos (tanto de carga seca como frigoríficos), todo un despropósito que esperemos no tener que lamentar algún día".

Así de contundente se muestra el capitán de la Marina Mercante Antonio Martín Cancho, que ejerce en esta ocasión como portavoz de la bautizada como Plataforma de Capitanes de Yate de Puerto América.

Martín indica que de manera reiterada, a través de los colectivos de usuarios, se ha solicitado por escrito a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) el traslado de dichas instalaciones "nocivas a las afueras del entorno habitado, habida cuenta del carácter residencial inherente a los puertos de recreo".

El portavoz de esta plataforma insiste en que la proximidad de la parcela destinada a almacenar mercancías denominadas por la propia APBC como peligrosas sitúa en "grave riesgo" a las personas que acceden a los recintos portuarios deportivos, ya que "por definición estás sustancias presentan un peligro para la salud, la seguridad, la propiedad o el medio ambiente. Materias asfixiantes, inflamables, tóxicas por inhalación, irritantes y venenosas se dan cita habitual en esta zona denostada de la ciudad".

En esta parcela, ubicada junto a este recinto náutico-deportivo, se apilan contenedores que contienen elementos tóxicos, ácidos corrosivos, líquidos y gases inflamables, hipocloritos, oxidantes, explosivos, comburentes, peróxidos, etcétera, según Antonio Martín. "Además estos productos, de elevado peligro, no siempre se encuentran segregados (separados según su incompatibilidad) conforme a los dictámenes de la OMI (Organización Marítima Internacional) basados en el manejo adecuado de estas sustancias".

Así, ´según esta fuente, en esta "esquina maldita" del puerto de Cádiz "los malos olores y las plagas de moscas y roedores son consecuencia directa de las basuras acumuladas en el recinto MARPOL, de los camiones —aparcados en espera de embarque— que transportan reses vivas, de los contenedores frigoríficos deteriorados, etc. Toda una perfecta bienvenida para los visitantes que recalan en Cádiz por la vía marítima, a través de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía".

A esto, Martín le suma que, según su testimonio, han sido muchos los accidentes, acaecidos en puertos, provocados por el almacenaje o depósito de las mercancías peligrosas y "es obligación de la APBC minimizar los riegos y dotar al puerto de Cádiz de un escenario idóneo para estos productos, alejado del núcleo poblacional, que permita una pronta respuesta de los servicios de emergencia en caso de accidente".

El puerto saca a concurso obras en ese espacio

A día de hoy, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) dispone de un recinto específico para mercancías peligrosas, diseñado para proporcionar una zona segura de estancia temporal que permite la separación y aislamiento de este tipo de mercancías del resto de instalaciones portuarias.

El recinto soporta un tráfico regular de vehículos pesados dedicados a la carga y descarga de estas mercancías, lo que exige condiciones óptimas de seguridad y resistencia en su infraestructura, según indica el propio ente portuario en su web.

La propia APBC reconoce que el pavimento de este recinto está "compuesto de terreno granular suelto, lo cual ha generado la aparición de depresiones y socavones en el acceso principal". "La falta de una solera estable en esta zona provoca el desplazamiento del material que conforma el firme. Esta situación no solo afecta la operatividad, sino que compromete la seguridad de las actividades de carga y descarga".

De manera adicional, estas mismas fuentes indican que el recinto cuenta con un sistema de seguridad contra incendios para situaciones de emergencia. "Sin embargo, este sistema requiere la reposición y mejora de ciertos elementos clave para garantizar su adecuado funcionamiento".

De ahí que la APBC ha sacado a concurso la adjudicación de una serie de obras para el acondicionamiento de la entrada al recinto en el que se viene ubicando desde hace años las mercancías peligrosas que llegan por barco o por carretera al puerto de Cádiz, algo que los usuarios de Puerto América consideran insuficiente.

El objeto de este pliego es, según se indica en los prolegómenos del concurso, "mejorar la seguridad y funcionalidad de las instalaciones mediante la construcción de una solera de hormigón armado en el acceso principal al recinto, con el fin de facilitar y proteger las operaciones de entrada y salida de vehículos pesados. Asimismo, se prevé la reposición y actualización de los elementos del sistema contra incendios (PCI) que resulten necesarios".

De todo esto se deduce que, de momento, la petición hecha por parte de los usuarios de Puerto América seguirá en el aire, a la vista de que estas obras vienen a confirmar que la APBC sigue adelante con sus planes de mantener en ese mismo espacio el almacenamiento de estas mercancías consideradas como peligrosas.

De todas maneras, de todos es conocido que, en la actualidad, el puerto de Cádiz se encuentra inmerso en un proceso de integración con la ciudad que conllevará muchos y serios cambios, tanto desde el punto de vista logístico como organizativo entre los que cabe la posibilidad de que este tipo de mercancías se pudieran transladar de manera definitiva a otro espacio.