Cádiz siempre ha sido una ciudad de utilizar mucho el transporte público para moverse por la trama urbana. El propio diseño de la capital invita a ello, así como el eterno problema del aparcamiento. Con ello, siempre ha tenido un mayor número de usuarios respecto a la media de otras capitales andaluzas (todas más pobladas, menos Jaén), y también respecto a las grandes localidades de la provincia. Jerez y Algeciras, con más habitantes, tienen un uso muy inferior de sus propios servicios de autobuses.

Sin contar los datos de los años de pandemia, en los que las restricciones sanitarias pusieron a cero el contador de pasajeros durante meses, las cifras mantienen una cierta estabilidad con una tendencia al alza. Así en 2016 utilizaron el bus 11,1 millones de pasajeros; 2017 y 2018 repitieron subida con 11,4 y en 2019 aumentó hasta 11,5 millones.

En el movimiento de un año para otro del número de pasajeros, en una ciudad que mantiene un constante descenso de la población, tiene mucho que ver los eventos especiales que se pueden desarrollar en la ciudad y, sobre todo, la incidencia que tienen las obras en el corte de determinadas vías. En este caso, en los últimos años han afectado las obras en toda la circunvalación del casco antiguo.

Para el pago del transporte urbano, los ayuntamiento reciben subvenciones por parte de la administración central.

En 2019 el Ayuntamiento recibió 844.621 euros de ayuda que un año más tarde apenas se incrementó en 300 euros. Esta cifra es considerada por el teniente de alcalde de Movilidad Urbana, Martín Vila, muy escasa para la relevacia que tiene el transporte público en la ciudad y los escasos recursos que tiene la administración local. En este sentido, considera el edil que el Estado debería de ampliar esta financiación que "hoy lo que hace es favorecer a los grandes ayuntamientos del país, que son los que tienen más ingresos propios".