El turismo logra récord de empleo y de temporalidad
Los contratos temporales en la provincia vuelven a superar por segundo verano consecutivo a la suma de fijos y fijos discontinuos
El empleo subió un 5,6%
Los más de 50.000 trabajadores que esta temporada trabajan en el sector turístico de la provincia suponen un récord de empleabilidad en esta actividad económica, pero también alcanzan el récord de temporalidad, "que no de precariedad", según apunta el histórico presidente de Horeca, Antonio de María.
En el pasado tercer trimestre del año, es decir, el verano de 2016, se produjo un hecho estadístico novedoso. Por primera vez desde que SAETA, la Empresa Pública de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, hace estudios pormenorizados de la empleabilidad del sector, el número de contratos temporales superaba en el sector al de indefinidos. Este año se ha vuelto a producir y ya sólo son dos provincias andaluzas, las más turísticas, Sevilla y Málaga, las que siguen manteniendo un mayor número de fijos que temporales.
Según Begoña López, portavoz de CCOO en la provincia para este sector, en este verano se ha alcanzado una contratación del 98% sobre el total de contratos temporales, lo que, desde Horeca, se ve como lógico. "No se firman contratos indefinidos en verano porque las plantillas existen. Lo que se contrata es para hacer frente a la temporada estival y, como el mismo nombre dice, esos contratos, por fuerza, tienen que ser temporales, pero eso no quiere decir que se cree empleo precario, sino que se crea empleo según las necesidades".
En Horeca echan cuentas: "Si en la provincia están registrados 110 chiringuitos y contratan para el verano una media de cuarenta personas, ahí vamos a tener una importante creación de empleo, pero forzosamente tiene que ser temporal porque la mayoría de los chiringuitos no están ahí todo el año. Igual ocurre en hostelería en general y en los refuerzos de personal de los hoteles"
Sin embargo, para CCOO esa temporalidad ha ido derivando hacia una sustitución del empleo estable y con derechos a "externalizaciones y subcontratas en las que la protección del trabajador es mucho menor".
Esto se da, según los sindicatos, en otro de los aspectos de los contratos redactados. En la provincia sólo un 40% de los trabajadores del Turismo ha firmado un acuerdo laboral a jornada completa, frente al 48% que tiene una jornada parcial (el resto son fijos discontinuos, que las estadísticas no los recogen en ninguna de las otras dos modalidades). Es un crecimiento en este tipo de contratos de un 10% en dos años.
Begoña López afirma que en el sindicato se reciben multitud de denuncias de trabajadores que tienen firmados contratos de cuatro horas pero que realizan jornada de doce o catorce horas. "Sólo hay que pasarse por algunos chiringuitos y ver que el mismo trabajador que te atiende por la mañana es el que está sirviendo copas por la noche. Muchos de ellos están contratados sólo por cuatro horas. Sin embargo, como el empleo es precario, cuando se les dice que denuncien ante la inspección se muestran reacios porque temen perder el empleo y nosotros, como sindicato, no podemos ir a la Inspección a hacer una denuncia en concreto".
Para De María esta queja no deja de ser "una leyenda urbana". Según el representante de la patronal, "si alguien está haciendo eso, se está arriesgando a una multa de no menos de 6.000 euros. Contando con que la Inspección está muy encima de este tipo de prácticas, dudo mucho que sea algo generalizado. Si existe, será en casos muy puntuales y desde aquí invito al trabajador a que lo denuncie".
Aquí las versiones sobre el papel de la Inspección de Trabajo en el sector son diametralmente opuestas entre patronal y sindicatos. López afirma que "la Inspección hace lo que puede, pero todos sabemos que la Inspección está de personal como está". Por contra, Antonio de María afirma que los empresarios hosteleros "tienen a los inspectores como avispas. Algunos reciben a inspectores casi una vez a la semana y conozco a alguno que se ha planteado denunciar a algún inspector por persecución". Esa misma persecución es la que los sindicatos denuncian hacia sus representantes sindicales que denuncian estas prácticas.
El control sobre las condiciones laborales de los trabajadores del sector del turismo y evitar que se produzcan abusos está en manos de los siete jefes de equipo, 13 inspectores de Trabajo y 23 subinspectores. Para los sindicatos es una plantilla escasa que no da abasto mientras que para la patronal su presencia es a veces agobiante, lo que parece convertir a todo un sector en sospechoso. Sin embargo, esta plantilla es prácticamente la misma con la que cuenta la provincia de Málaga, donde el número de trabajadores del sector (113.000 en temporada alta) es más del doble que en Cádiz.
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