El alcalde de Cádiz vive sus últimos días en San Juan de Dios. Ocho años que han dado para ver su evolución como político en muchas facetas. La vestimenta de Kichi, uno de los aspectos más analizados en comunicación política, ha dado mucho que hablar a lo largo de este tiempo.

Su irrupción en la Alcaldía gaditana como líder de Por Cádiz Sí Se Puede, marca local de Podemos, cogió a muchos por sorpresa. Dentro de la amalgama de familias políticas de la formación morada, se encontraba Izquierda Anticapitalista, comandada en la capital gaditana por Teresa Rodríguez y José María González 'Kichi', entre otros. Su ideología y filiación política con el apellido 'anticapitalista' hizo que buena parte de la opinión pública cuestionaran a menudo al alcalde de Cádiz toda clase de acciones cotidianas e incluso intrascendentes. La indumentaria de Kichi, algo ajeno al buen hacer de un gestor público, copaba titulares y centraba crónicas.

Los fantasmas del 'antisistema' hacían que para cierto sector hubiese dudas. Hasta el punto de poner en duda que pudiese representar a la ciudad de Cádiz en momentos donde se requería una adecuada puesta en escena. El tiempo ha demostrado que Kichi ha sabido separar sus ideales de la responsabilidad de su cargo.

En los primeros meses de su mandato, gran parte del tiempo se conversaba simplemente qué llevaba y qué no. Era una de las formas de los sectores más conservadores de introducir el debate sobre sus supuestas intenciones antisistema. El saliente alcalde de Cádiz, que nunca dio importancia a estas polémicas, asistía a sus primeros actos oficiales sin traje. De hecho, una de sus fotografías más icónicas, para la historia, es la de un Kichi ofreciendo el bastón de mando a la ciudadanía de Cádiz desde el balcón de San Juan de Dios. En esa ocasión, vistió con camisa y vaqueros.

La oposición trataba el tema como una forma de demostrar la "poca formalidad" de la coalición de izquierdas que recién aterrizaba. La respuesta de Kichi fue airear por redes sociales la compra de un traje de chaqueta en un reconocido comercio local como es Eutimio. "Para ser el alcalde de tod@s hay que esforzarse. Gracias a Mari Carmen (Eutimio), trato exquisito del comercio local", comentaba en su tweet. En las fotos, se mostraba orgulloso mientras se probaba su nueva vestimenta. Él mismo reconoció después que la necesitaba para oficiar bodas de los gaditanos.

Para ser el alcalde de tod@s hay que esforzarse. Gracias a Mari Carmen (Eutimio), trato exquisito del comercio local pic.twitter.com/VbioIff9Ii

— José María González ۞ (@JM_Kichi) July 24, 2015

"Entiendo que sí estoy obligado a hacerlo porque es un día muy importante no sólo para los contrayentes, también para sus familias y amistades. Ellos se ponen sus mejores galas y es de recibo que nosotros también vayamos con las nuestras", declaró entonces a Efe el alcalde.

El alcalde gaditano nunca puso objeciones a usar las prendas habituales de la política. De primeras se puso énfasis en que recibió a oficiales del Juan Sebastián de 'Elcano' en camisa y tejanos, que presidía los plenos de la misma guisa y que al recibir el bastón de mando en 2015 también lo hizo así. La corbata no aparecía en un vestuario señalado por un sector más amante de los protocolos. No obstante, eso pronto dejó de ser la norma. A lo largo de estos año, ha sido habitual verle con corbata cuando la situación lo exigía. 

En numerosos actos institucionales a lo largo de estos años, Kichi ha intercalado sus apariciones en trajes de chaqueta con o sin corbata indistintamente. Algunos de los eventos donde más se puso el foco en su indumentaria fueron en sus coincidencias con el rey Felipe VI. En junio de 2017, en el 150 aniversario de Diario de Cádiz, Kichi acudió a la ceremonia presidida por el jefe de Estado sin corbata, algo muy comentado. Sin embargo, posteriormente, en una bienvenida a 'Elcano' en 2021 y en el reciente Congreso de la Lengua, asistió con corbata. Una muestra más de que el regidor estos últimos ocho años es capaz de ajustarse al protocolo. Aún así, el acabado del nudo de corbata también motivo de comentarios en algunos mentideros locales.

Asimismo, en los círculos cofrades, al principio estaban temerosos con la posible actitud de Kichi, pronto vieron como el alcalde de Cádiz era capaz de adaptarse con normalidad a los códigos de la fiesta. En estos ocho años, ha participado en algunos cortejos tanto de penitencia como al frente de la parte institucional. Este mismo año es un ejemplo más para la lista, ya que se le ha podido ver enchaquetado.

En definitiva, Kichi abandonará la Alcaldía habiendo alternado estilos informales y formales, cuando la cita así lo requería, con total naturalidad. Su última aparición más engalanada fue en los premios Max, donde se le pudo ver con un elegante esmoquín. Una circunstancia que hizo elevar la vista atrás. A aquel primer traje de Eutimio que tuvo que comprarse para casar a su gente de Cádiz.