En estado terminal

La naviera OPDR hará su última escala en el muelle de contenedores el próximo 3 de noviembre, después de 123 años operando desde Cádiz

La actual terminal de contenedores de la dársena comercial de Cádiz ofrecía ayer este desolador aspecto.
Joaquín Benítez Cádiz

24 de octubre 2015 - 01:00

La actual terminal de contenedores del puerto de Cádiz, la ubicada en el Muelle Reina Sofía, quedará herida de muerte una vez que la naviera OPDR realice allí su última escala el próximo 3 de noviembre. Será el Andrea el último buque de la OPDR que tocará Cádiz después de 123 años de idilio con el puerto gaditano.

La naviera MSC será la única que mantendrá la terminal de Concasa con vida. Sus dos escalas semanales, una el sábado y otra el domingo, moverán los únicos contenedores que se verán en Cádiz hasta que no entre en funcionamiento la nueva terminal que ahora se construye sobre suelo ganado al mar. De esta manera, de lunes a viernes, lo usual será ver, a partir del 3 de noviembre, todos sus bolardos vacíos, a no ser que Operaciones Portuarias opte por amarrar allí algún crucero aprovechando el triste y desolador panorama que ahora se vivirá.

El motivo de esta ruptura de OPDR con Cádiz después de 123 años de buenas relaciones no es otro que cuestiones empresariales, según confirman fuentes portuarias. A finales del año pasado, la naviera francesa CMA-CGM, con sede en Marsella, anunció la adquisición de la alemana OPDR. CMA-CGM es uno de los principales operadores del transporte marítimo de contenedores del mundo, una situación que ya afianzó en 2002 con la adquisición de la naviera MacAndrews.

Tras la adquisición de OPDR, la naviera francesa puso sobre la mesa todas sus rutas, tras lo que optó por dejar a Cádiz de un lado y optar por el muelle de Algeciras, ciudad donde CMA-CGM tiene delegación, para absorber los tráficos de containers que se llevaba desde Cádiz rumbo al norte de Europa.

De esta manera, los potenciales clientes de OPDR no echarán nada de menos, aunque no se podrá decir lo mismo del puerto de Cádiz. De hecho, ayer mismo ya se vivía en el Reina Sofía el desmantelamiento de Trasatlántica Servicios, una empresa dedicada de manera exclusiva a la reparación y mantenimiento de los contenedores que movía OPDR en Cádiz.

En cuanto a las consecuencias, la marcha de la naviera germana se lleva a Algeciras los 10.000 contenedores que movió en Cádiz a finales de 2014. Esta cifra representa el 12% de los containers que pasaron por el muelle gaditano el año pasado. El resto lo movió en exclusiva Mediterranean Shipping Company (MSC), con sede fiscal en Ginebra (Suiza), que sí mantiene en Cádiz dos de sus buques.

Las estadísticas de Puertos del Estado recuerdan que Cádiz movió 85.462 contenedores en 2014, año en el que ya arrastraba un descenso de un 7,44% con respecto al año anterior. En comparación con los cuatro millones y medios de estos cajones que movió Algeciras podrían parecer cifras irrisorias, pero no así si se compara con la temida y cercana Huelva, que traficó con 5.774 contenedores o con Málaga, que registró cifras muy similares a las de Cádiz.

Irrisorias sí son todas estas cifras si la comparación se hace con el idílico 2007, año en el que el puerto de la Bahía de Cádiz registró más de 143.000 contenedores. Desde ahí, casi en picado. De hecho 2012 fue el último período en el que se registró un leve aumento con respecto al año anterior. A partir de ahí, muchos números en negativo.

Este es el desolador escenario que convive con la construcción de una nueva terminal de contenedores, con un Plan Estratégico del Puerto de Cádiz y con un Plan de Comercialización de la futura terminal de carga que contará con una capacidad para 375.000 contenedores, es decir más o menos el triple de la capacidad actual del muelle gestionado y explotado por la empresa Concasa.

En el ámbito portuario, el rumor de la marcha de OPDR corría por todos los rincones del muelle. Tanto es así que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) admitía ayer no tener confirmación oficial de que la naviera alemana deje de operar en el puerto de Cádiz.

"Esta falta de comunicación nos impide hablar de motivos oficiales, aunque entendemos que es una decisión empresarial que responde a una nueva estrategia donde el puerto de Cádiz no entra".

Por otra parte, Emilio Medina, presidente de los empresarios del puerto de Cádiz (Apemar) admitió ayer que la mala noticia significaba un auténtico "mazazo" para el sector, por lo que "abogo por que se agilicen los trámites para la finalización y puesta en funcionamiento de la nueva terminal, así como por que se ponga fin a la incertidumbre creada en torno a la cofinanciación de la obra". Medina y la APBC insistieron en que es importante no olvidar que el nuevo muelle nace con unas expectativas y con unas condiciones técnicas que nada tienen que ver con la actual y que "podrá responder sin limitaciones a las necesidades del mercado".

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