La realidad de las personas sin hogar sigue ganando terreno en una ciudad que parece convivir sin prestar atención a esos asentamientos que se van reproduciendo a lo largo y ancho de Cádiz sin que el Ayuntamiento, a priori, tome medidas o busque soluciones. De la pérgola de Santa Bárbara han pasado al paseo de Carlos III, del confinamiento en el centro náutico Elcano volvieron a las bóvedas de las Puertas de Tierra, y en los últimos días han encontrado refugio en los bajos del nuevo puente.

El barrio de Astilleros es el último foco de presencia de personas sin hogar, que han establecido sus escasas pertenencias en el paseo marítimo que separa al barrio del mar; ya sea debajo del segundo puente, donde convive una pareja desde hace días, o en el extremo de uno de los espigones situados frente a la piscina municipal.

Esta presencia continuada de la que alertan los propios vecinos se suma a las ya señaladas en los últimos días en el Paseo Carlos III o la que han denunciado incluso en parques infantiles de la ciudad. Desde el Ayuntamiento ya se ha reconocido este aumento de personas sin hogar, que además se acompañan de manera permanente de un buen número de pertenencias, lo que dificulta su movilidad y provoca esos asentamientos de tiendas de campaña, maletas y otros elementos que permanecen las 24 horas en el mismo emplazamiento, lo que conlleva problemas de seguridad y también de salubridad de esos espacios ocupados.

Ante esta realidad cada vez más llamativa, el Ayuntamiento insiste en que son escasas las opciones o posibilidades que tiene de actuación; y desde la oposición se reclama la convocatoria de la Mesa de Personas Sin Hogar que creó precisamente el equipo de gobierno (como reivindicaba hace unos días el PSOE), o incluso la celebración de un pleno de carácter extraordinario centrado en esta cuestión para acordar actuaciones que puedan llevarse a cabo para dar solución a un problema que va en aumento en la ciudad (según ha planteado Ciudadanos) y que cada vez ocupa más enclaves que deberían ser destacados desde el punto de vista turístico o patrimonial.