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Cádiz

Una soledad ganada a pulso

  • Los últimos días clarifican el futuro del gobierno local: el PSOE no entrará en su gobierno pero tampoco se plantea una moción de censura Se espera el desgaste de Podemos

La semana que culmina ha sido esencial para clarificar el panorama político de Cádiz de cara a los próximos años. Si alguien aún consideraba posible una entrada en el gobierno de la capital del PSOE, salvando de esta forma la inestabilidad con la que se maneja el equipo de José María González, estos días han constatado las diferencias insalvables que existen entre los socialistas y la coalición de izquierdas.

Las llamadas al diálogo, lanzadas un día sí y otro también a lo largo de los últimos meses, han ido acompañadas por fuertes fricciones entre socialistas y gobierno, que se han visto incrementadas en estos días. Ya nadie cree que sea viable este diálogo ni que, incluso, sea posible una entente cordiale para dulcificar los tres años que quedan hasta las próximas elecciones.

Fran González lo dejó claro este viernes, durante el pleno sobre el estado de la ciudad: "Ustedes no se están ganando nuestra confianza". Los socialistas votaron a José María González porque rechazaban un voto a favor de la continuidad del PP. Pero ahora consideran que la coalición de izquierdas "está copiando lo malo del gobierno de Teófila Martínez", con lo que ello supone de frustración para todos.

Frente a ello, el gobierno de Podemos-Ganemos no ha dado los pasos adecuados para un acuerdo de legislatura con los socialistas. Desde un principio han tenido claro que no querían tenerlos en un gobierno de coalición, aspecto éste en el que coincidían con el propio PSOE. La intención de Podemos ha sido la de asentarse como el partido de referencia de la izquierda. Tras la absorción de IU, el siguiente paso era el PSOE, pero los resultados de las elecciones generales del pasada 26 de junio han provocado el fracaso de esta operación.

Lo cierto es que desde un principio Podemos ha sido reacio a favorecer el acuerdo con fuerzas políticas o colectivos ciudadanos que se han mostrado dispuestos a ayudarles en la gestión del día a día de la ciudad, si estos no eran de su cuerda ideológica. Al contrario, de cara a sus seguidores ha favorecido la imagen de ser ellos los galos de la aldea rodeada por los romanos. Han trasladado, así, la idea de que todos los que conforman lo que ellos y los suyos consideran la caverna sólo buscan los males de la coalición del gobierno y su fracaso al frente de Cádiz.

Pero aún así, si el PSOE hubiera sido capaz de tragar tantos sapos, como pretenden algunos antiguos concejales socialistas cada vez más cercanos a las tesis de Podemos, tras lo ocurrido este mismo viernes, con las amenazas sufridas por el portavoz socialistas desde las filas de los seguidores del partido de José María González, cualquier atisbo de un acuerdo futuro ha desaparecido.

Esta situación, en todo caso, no supone animar a la creación de una coalición entre las fuerzas de la oposición, PP, PSOE y C´s, que el alcalde ha dado por llamar el "pacto del café" y de cuya existencia han hablado las fuerzas gubernamentales cada vez que sufrían un traspiés en su gestión. Lo cierto es que, hoy por hoy, una moción de censura resulta totalmente inviable.

En el PSOE no ha cambiado su idea de que, tras veinte años de gobierno del PP y de Teófila Martínez, la ciudad necesita un profundo cambio progresista, aunque ahora reconozcan que Podemos no ha cumplido ni de lejos las expectativas. Los socialista consideran que su línea de oposición es la adecuada: un apoyo crítico y constructivo, en el que ofrecen alternativas para los problemas que tiene la ciudad, aunque para ello necesitan de una lealtad por parte del gobierno que no existe.

El PP sí intentó en su día un acuerdo con el PSOE pero hoy, a pesar de los buenos resultados que obtuvieron en la ciudad el pasado 26 de junio, dudan de que sea viable. Tienen claro que para ello sería necesario un acuerdo de gobierno sin fisuras, para evitar un resurgimiento de Podemos en 2019 ante un hipotético fracaso de la coalición entre conservadores y socialistas. Además el PP lo deja claro: no aceptarán en ningún caso que se les imponga desde fuera su candidato. Y éste para ellos sigue siendo Teófila Martínez.

Junto a Ciudadanos, la opinión de la oposición es que Podemos irá desgastándose poco a poco, por sus propios errores e incumplimientos.

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