Cádiz

Con la salud en la mochila

  • Para evitar riesgos sanitarios cuando se viaja a países exóticos hay que acudir a la oficina más cercana de Sanidad Exterior · Hay que ir al menos un mes antes del viaje para la administración de las vacunas

La selva, el desierto o las playas paradisíacas son el objetivo. También lo son la aventura, lo diferente o singular e incluso la solidaridad. Sean estos u otros los motivos que llevan a los gaditanos a viajar a destinos exóticos, esto es, fuera de los circuitos turísticos tradicionales y a países en vías de desarrollo, lo cierto es que cada vez existe mayor interés. Los lugares más comunes a los que se viaja dentro de este apartado son el Caribe y África. Se suman los destinos propios del denominado turismo de adopción y así países como Etiopía o China.

Aunque realizar este tipo de expediciones es cada vez más común aún el intrépido ciudadano que se aventura a desplazarse a uno de estos u otros puntos del globo no está siempre concienciado de la necesidad de tomar precauciones para evitar poner en peligro la salud.

Por eso, como reseña Manuel Martín, jefe de unidad de la delegación de Sanidad Exterior en Cádiz, muchas personas acuerdan a última hora, cuando ya no es posible ponerse las vacunas que son necesarias, y al viajar asumen un riesgo importante en algunos casos.

Martín reitera y destaca que cuando se decide emprender una aventura de este tipo hay que acudir al Centro de Vacunación Internacional más cercano al menos un mes antes de emprender viaje de destino. Esto esencialmente porque muchas vacunas precisan un plazo de unos 20 días para hacer efecto. Asimismo no todas están disponibles en el momento. Pero además de proporcionar las vacunas adecuadas (algunas se inyectan en el propio centro y otras deben solicitarse después en el centro de salud) Sanidad Exterior facilita al viajero una serie de recomendaciones. También evalúa la situación de cada persona, que según los casos y si padece alguna enfermedad puede precisar tratamiento o medidas complementarias.

En cuanto a las vacunas, según la zona del planeta a la que se viaje hay que ponerse unas u otras. Algunas son obligatorias, es decir, el país de destino exige certificado de vacunación de ciertas enfermedades, otras, muy recomendables.

Las vacunas del tétanos, fiebre tifoidea y hepatitis A constituyen el paquete básico que debe ponerse todo aquel que sale de las fronteras a lugares de este tipo. Para quien se vaya a las áreas tropicales de África y de centro y sur América existe el riesgo de contraer la fiebre amarilla. Son aconsejables además en determinados casos las vacunas contra las encefalitis japonesa y centroeuropea. La primera, en algunos países asiáticos. La segunda, aunque ahora se ha puesto de moda con motivo de la Eurocopa, normalmente no es necesaria salvo en los meses de verano en zonas rurales y boscosas de algunos países.

El paludismo o malaria es otra enfermedad por la que hay que preocuparse cuando se viaja a determinados sitios. En este caso no hay vacuna y es preciso administrar la quimioprofilaxis adecuada, un tratamiento que es diferente según el país de destino. Existe incidencia alta en el área bajo-oriental desde Irak o Afganistán a la India, Indonesia o China. También en algunos países africanos y en zonas de riesgo (fuera de las ciudades) en América central y Sudamérica.

Además de las vacunas y tratamientos es preciso seguir una serie de recomendaciones de higiene y alimentación para evitar ya no sólo las enfermedades hasta ahora mencionadas, sino un viaje truncado por simples alteraciones digestivas. Los consejos básicos incluyen beber agua embotellada y adquirida en un lugar de confianza. Consumir los alimentos bien hechos y eliminar de la dieta la comida cruda. Para evitar las picaduras de insectos deben utilizarse repelentes específicos. Por último, es conveniente utilizar mangas y pantalones largos y evitar la ropa oscura que atrae al insecto.

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