El regreso de uno de los grandes
El gigante de la royal caribbean visita cádiz 4.700 personas llegan hoy a bordo del 'Independence of the Seas'
El puerto de Cádiz recibe hoy a uno de los megacruceros de mayor tamaño, el 'Independence of the Seas', de la Royal Caribbean, que protagoniza el segundo de los doce atraques que realizará a lo largo de este año
3.377 pasajeros y 1.350 tripulantes llegarán hoy a Cádiz a bordo de uno de los cruceros más grandes que surcan las aguas internacionales. No es el primer atraque que el Independence of the Seas protagoniza en el puerto gaditano. Tanto es así que, en lo poco que va de año, esta será la segunda ocasión que amarrará en nuestros bolardos y aún le quedan otros diez, si la mar lo permite, hasta completar la docena. Concretamente, la última de las visitas será el 31 de diciembre, lo que da muestra de que para este barco y para su idilio con Cádiz no existe la tan temida estacionalidad.
Cádiz pone mucho de su parte por que este barco repita estancia, pero bastante habrá que agradecerle a la consignataria Vapores Suardíaz y a su director Joaquín Nieto, que es la empresa encargada de velar por la calidad y, por consiguiente, la cantidad de sus estancias en el puerto.
De una manera o de otra, a pesar de que una gran parte de esos 3.377 cruceristas que llegarán en los camarotes del Independence of the Seas optarán por saltar de la escalerilla del barco hasta el mullido asiento del autobús que le lleve hasta las bodegas de Jerez o hasta la vecina Sevilla, la consignataria afirma que una parte importante del pasaje de este barco de la Royal Caribbean se quedará en Cádiz a conocer y disfrutar de su casco histórico.
El departamento de excursiones de la Royal le propone, como suele ser habitual, a sus alojados una serie de salidas e inevitablemente una mayoría optan por lo más conocido e internacional. Pero Joaquín Nieto, director de Vapores Suardíaz, recuerda que la llegada de este cruceros siempre va unida a una presencia más que evidente de turistas en las calles de la capital, con el consiguiente beneficio que esto puede suponer para las tiendas, bares y restaurantes de la ciudad.
En cuanto a la nacionalidad de los que hoy llegan al muelle regentado por Rafael Barra, el responsable de Vapores afirma que una gran mayoría de ellos, 3.184, son originarios de Reino Unido. El resto son estadounidenses (56), irlandeses (37), australianos (19), brasileños (18), canadienses (12) y de otros muchos países del resto del mundo. La tripulación que vela por el bienestar de todos estos clientes son igualmente de orígenes múltiples, sobretodo asiáticos y centroamericanos.
El buque, de bandera de Bahamas, aunque perteneciente a la estadounidense Royal Caribbean International, amarrará a puerto gaditano a las seis y media de esta mañana y allí permanecerá hasta las siete de la tarde. Serán doce horas de estancia, más de las que habitualmente permanecen los cruceros en Cádiz, en las que no puede fallar nada. De un fallo puede depender los futuros atraques de este barco de lujo. El director de Vapores Suardíaz, Joaquín Nieto, afirma que esta compañía destaca por el tratamiento exquisito que dispensa a sus clientes, "de esa misma forma, nos exigen a nosotros el mismo nivel de cumplimiento pues no ha lugar para el error". Nieto recuerda que son pocos los requerimientos que hacen a pesar de lo gigantesco de sus dimensiones y por la cantidad de personas que traslada, "pero requieren una exquisitez especial en el trato". Tanto es así, que Vapores Suardíaz pone a disposición de los responsables del barco a un personal específico que durante toda la estancia debe estar o bien a bordo o bien en contacto directo con ellos.
Esas 4.700 personas que visitan hoy Cádiz, 1.700 más que las que viven, por ejemplo, en poblaciones gaditanas como Setenil, tienen muchas necesidades y consumen una gran cantidad de bebida y comida mientras dura su viaje. Y para ello, todo debe estar bien atado a bordo.
Luis Nieto cuenta a este periódico un detalle que, a pesar de ser habitual en el atraque de cualquier crucero, no dejar de ser desconocido para la mayoría de la población. Nada más amarrar a puerto, Aguas de Cádiz le engancha una manguera con la que se realiza el "aguaje" del barco. Con ese agua beberán, se ducharán y se lavará la ropa de esa población flotante del Independence mientras no se toque otro puerto.
En cuanto al recorrido, el buque, cuando llega a Cádiz, está ya finiquitando su ruta, denominada Perlas del Mediterráneo. Sólo le queda tocar el puerto de Almería, antes de iniciar la vuelta a su puerto base, Southampton.
El comportamiento de la consignataria juega un papel importante en la imagen que se lleve de la ciudad, tanto la compañía como los cruceristas. La misión de Vapores se inicia cuando el buque amarra, que es cuando a bordo suben Policía Nacional, Guardia Civil y Aduanas, y finaliza cuando sube el práctico del puerto para iniciar las labores de salida del barco. Son muchas horas en las que nada puede fallar. A pesar de todo, Joaquín Nieto, reconoce que ni el trato ni las necesidades suelen ir en relación con el tamaño de buque, "al menos para nosotros que siempre nos gusta dispensarles la mejor de las bienvenidas", comenta Nieto.
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