Llegó marzo de 2020 y se paró el mundo de los cruceros. Muchos buques quedaron fondeados en aguas de nadie, otros fueron a parar al desguace y otros quedaron atracados en puertos de simpatía que les dieron cobijo tanto a los buques como a una tripulación mínima, al menos mientras duró el confinamiento más duro.

Pero pasó lo peor y en junio de 2021 fue un Mein Schiff el que retomó los atraques de cruceros.Fueron muchas las condiciones que se les impuso a las navieras debido a que durante lo peor del coronavirus se llegó a decir que los cruceros se convirtieron en pequeñas “wuhanes” flotantes en los que los contagios se multiplicaban de manera casi incontrolable.

A partir de ese mes de junio, el despegue fue residual y todo hacía preveer que la normalidad llegaría pronto al mundo de los cruceros. Pero en seguida, la varianta Ómicron y luego la variante sigilosa obligó a muchas navieras a endurecer las medidas de seguridad.

Pero este lunes, precisamente el día en el que los contagiados asintomáticos y aquellas personas con Covid y con síntomas leves podrán pasear por la calle con normalidad, el puerto de Cádiz ofrecerá de nuevo una imagen de tranquilidad y prosperidad.

Por fortuna, el paro del transporte ha mantenido ralentizado y casi paralizado el puerto de Cádiz tan sólo unas cuantas horas y los cruceros han seguido llegando tal y como estaba previsto, a pesar de que, en muchos casos, ha sido difícil el avituallamiento por culpa de los piquetes que se lo han puesto difícil a muchas a las empresas suministradora de buques.

Así, el puerto de Cádiz verá entrar a las siete de la mañana al buque Iona, un gigantesco crucero de 337 metros de eslora. El pintoresco crucero fluvial La Belle de Cadix que llegará a Cádiz el domingo se encargará de dar la bievenida a este buque de la flota de P&O Cruises.

A las ocho de la mañana, consignado por Cadiship, amarrará el Azura, un pequeño crucero, también de P&O Cruises, en comparación con el Iona, que cuenta con 290 metros de eslora.

Dos horas después, sobre las diez de la mañana, llegará el lujoso y elegante MSC Splendida, con sus 333 metros de eslora y sus casi 38 metros de manga.

La llegada de estos tres cruceros, se vendrán a sumar a La Belle de Cadix, que llegó ayer a Cádiz y se marcha esta tarde/noche rumbo a El Puerto de Santa María, desde donde enfilará buscando el Guadalquivir a su paso por Sanlúcar.

Los tres cruceros turísticos, sin contar con La Belle de Cadiz, que cuenta con capacidad para 176 viajeros, traerán consigo a más de diez mil turistas y a unos cinco mil tripulantes, lo que, si el tiempo lo permite, llenará de colorido y de grupos de turistas las principales de la ciudad.

Entre estos tres cruceros, cabe destacar la majestuosidad del Iona que es el tercer crucero más grande del mundo.

Impulsado por gas natural licuado, el Iona desplaza 184.000 toneladas y dispone de 17 cubiertas.Por otra parte, el MSC Splendida cuenta con un gran teatro bautizado como The Strand, además de un singular casino Royal Palm, así como una gigantesca discoteca.