Cádiz

Las playas, ¿en perfecto estado de revista?

  • Este espacio natural es el principal atractivo turístico y lugar de esparcimento que tiene la ciudad, por lo que su conservación es clave para su buena imagen

La playa es el principal atractivo turístico que tiene Cádiz. Por ello, de cara a la inminente llegada del verano, es imprescindible que este espacio se encuentre en unas condiciones óptimas para disfrute de los gaditanos y los turistas que llegan con las vacaciones.

La ciudad cuenta con las playas de La Caleta, Santa María del Mar, Victoria y Cortadura. Todas ellas gozan de la Bandera Azul de los mares limpios de Europa, además de otros distintivos como la Q de Calidad Turística o la certificación de calidad del sistema de gestión medioambiental ISO 14001.

Esto garantiza la calidad de nuestras playas, aunque son muchos los aspectos que se pueden evaluar para conocer su estado de mantenimiento. El pasado domingo 1 comenzó la temporada oficial de playas con su etapa baja, aumentando desde esta fecha progresivamente los servicios hasta la llegada de la temporada alta el 1 de julio, ampliándose los horarios de los servicios. Con todo, y con la llegada de días de calor con gran afluencia de público a las playas, cabe preguntarse si estas se encuentran en perfecto estado de revista.

La única playa del casco antiguo es la de La Caleta, en pleno barrio de la Viña. Es la más pequeña de todas, con una longitud de 495 metros, y la más peculiar por su paisaje con los castillos de San Sebastián y Santa Catalina, y el Balneario de la Palma.

El principal problema en el aspecto de esta playa se encuentra en la degradación constante de los bajos del Balneario. La singularidad de este edificio no está protegida por los propios ciudadanos, que llenan de pintadas sus paredes blancas, lo que afea un entorno de singular belleza, además de encontrarse apuntalado el acceso al Centro de Arqueología Subacuática. Este aspecto también se repite, en menor medida en la muralla. Además, también se puede ver en la cartelería informativa sobre la Bandera Azul, un aspecto que debe cuidarse con la colaboración de los usuarios.

En la zona donde también es evidente la degradación es en los bajos del Club Caleta, cuya muralla sufre los efectos del mar, así como la barandilla de la resbaladera se encuentra bastante oxidada.

Unas taras que se compensan con los servicios que tiene una playa tan reducida. Así, en la zona cercana al Club Caleta dispone de un lugar reservado con pailas de madera, sombrillas y unas duchas adaptadas con sillas para discapacitados con atención directa del personal de salvamento. A esto se unen los módulos de vestuarios, baños, salvamento o botiquín. Además, dos baños portátiles dan una mayor comodidad al resto de la playa en la temporada alta. Todo esto se complementa con la torreta de salvamento junto al paseo Fernando Quiñones.

Dos espigones de rocas delimitan los 650 metros de longitud de Santa María del Mar, caracterizada por las piedras que emergen de la arena y su estrechez con la marea alta.

Esta playa es una de las que más sufre con la pérdida de arena por los temporales del invierno. Hace unas semanas, la Delegación de Playas del Ayuntamiento trabajó en su recuperación, moviendo la arena acumulada en la zona de los espigones para llevarla hacia la zona central. Una buena parte de su aspecto ya lo ha recuperado con esta acción, pero la zona de la muralla cercana al espigón sur -bajo el Pirulí- tiene un escalón importante con piedras al descubierto, por lo que se hace necesario la regeneración de la arena volver a un estado óptimo.

En el apartado de los servicios, las características de la playa hacen que estos se sitúen en el módulo junto al espigón norte, ya en funcionamiento y que incluye baños y botiquín, y el módulo portátil y la torreta de salvamento que se colocan junto al espigón sur y que estará disponible con el avance de la temporada. Con este servicio abierto, las necesidades de los bañistas de Santa María del Mar quedan cubiertas.

Es la joya de la corona con el Paseo Marítimo. Casi tres kilómetros de playa hacen de la Victoria la reina de las playas de Cádiz por comodidad y servicios.

Sin embargo, el verano se acerca y uno de los problemas más evidentes es la ausencia de chiringuitos sobre la arena, uno de los servicios más demandados durante estos meses de verano. Tras la concesión de las nuevas adjudicaciones y el estreno de diseño, solo uno de los adjudicatarios ha podido instalar su establecimiento en la arena, frente a la calle Doctor Fleming. Los otros cinco restantes llegarán a lo justo para la temporada alta, ya que las primeras previsiones de la patronal apuntaban a mediados o finales de junio. De todas formas, este hecho es excepcional para esta campaña, por lo que no debería repetirse en las venideras.

En cuanto a su estado, existe una gran diferencia entre su inicio, con la escalera de caracol, y el resto. Al comienzo de la pretemporada de playas tuvo que vallarse esta zona situada frente al colegio San Felipe Neri por el gran escalón de arena provocado por los temporales del invierno. A esto se unió la rotura de la estructura de protección del emisario submarino de aguas pluviales que pasa por este lugar. Al acercarse el verano, la solución en una primera fase ha sido el recubrimiento de la tubería con arena para arreglarse una vez acabado el verano. Sin embargo, en la arena se pueden ver restos del muro desperdigados, lo que no da una buena imagen de la Victoria.

Dejando esta zona a un lado, el resto de la playa sí mantiene un aspecto mucho más cuidado, tanto en limpieza como en el mantenimiento y los servicios que ofrece. Las duchas y lavapiés, al igual que en el resto de playas, sufren los efectos de su uso, pero nada más es reseñable. En el resto, destacan las tres zonas de playa integrada, estando actualmente en uso la que se encuentra junto al módulo 3. Además, las zonas deportivas completan la cartera de servicios de esta playa.

En el apartado de los módulos, están activos en estos momentos el 2, el 3 y el 5, quedando la playa bastante cubierta con la apertura de los tres restantes con la temporada alta. Aunque todos gozan de un buen estado, es destacable la falta de mantenimiento en el módulo 1, con pintadas en su fachada y que permanece cerrado. Además, también hay que destacar la situación de los azulejos blancos de los accesos a la playa, muchos de ellos agrietados, o el mal aspecto que presentan algunos de los antiguos lavapiés de pared, tapados con tortas de cemento en los accesos en los que han sido sustituidos por los nuevos metálicos que incluyen un reposapiés sobre un suelo de pailas de madera. Esto se repite en varios puntos de la Victoria.

La singularidad de la playa de Cortadura, con 3.900 metros de longitud, reside en su estado casi virgen, lo que la hace especial. Sin embargo, al ser la más alejada y menos transitada, es la que menos servicios tiene, sustentados principalmente en la zona del módulo y los chiringuitos.

Y es que las facilidades de la playa dependen de puntos concretos, como son el módulo central, el chiringuito Nahu Beach, El Chato y La Gallega. A estas alturas, solo están activos los servicios del módulo central, mientras que el resto de la playa carece de duchas, lavapiés o baños. Además, el retraso en la instalación de los chiringuitos hace que solo se haya colocado el de El Barco, que es el único que no se ha visto afectado por la reciente adjudicación y mantiene este verano su diseño.

Además, dando un paseo por la zona en la que se ubica, la laguna de la Gallega, llama la atención el descuido en limpieza, algo no usual en el resto de las playas, un aspecto en el que sí destaca el resto de espacios.

Con todo, los usuarios buscan en Cortadura la tranquilidad que no tienen en otras playas y la posibilidad de practicar deportes náuticos, por lo que los bañistas la tienen en buena consideración. Su público aumenta ostensiblemente en el fin de semana, por lo que los servicios en algunas partes deberían adecuarse a esto.

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