Además de distintos estilos artísticos y distintas soluciones técnicas a lo largo de nada menos que 116 años que tardó en construirse la Catedral, es igualmente variado el material utilizado desde que hace 300 años comenzaran las obras. No en vano, hay localizadas hasta siete tipos diferentes de piedra utilizados durante la construcción. Unos materiales que son en sí mismo uno de los problemas que adolece el edificio, junto al del ambiente que le rodea.

El arquitecto que desde hace unos años ha asumido los trabajos necesarios en el principal templo de la diócesis, Venancio González, explica que los distintos materiales utilizados implica la coexistencia en suelos y muros de diferentes sales y también diferentes morteros mezclados con aguas igualmente distintas. Por todo ello, desde hace meses trabaja el estudio de este arquitecto gaditano en analizar tanto la situación actual del edificio como la evolución de esos problemas; un análisis que ha conllevado incluso la monitorización del propio edificio.

Este estudio se antoja fundamental “antes de tomar decisiones” respecto a las actuaciones; tanto a las que hay que acometer para garantizar la estabilidad y perdurabilidad de la Catedral, como al orden en que haya que hacerlas o la urgencia que requiera cada una de ellas. En definitiva, una actualización del plan director que en su día (año 2009) redactara Juan José Jiménez Mata.

De hecho, a la espera de actualizar ese documento, en la Catedral se trabaja en diversas actuaciones que prácticamente se van a iniciar de forma inminente. Así, según han explicado el propio Venancio González y el deán, se están redactando los proyectos de conservación para las primeras actuaciones que ya se contemplan en el exterior del edificio, a raíz de esos desprendimientos de piedra que se han sucedido en los últimos meses y que mantienen parte de la fachada cubierta con unos andamios de protección; al mismo tiempo que se están tramitando los permisos oportunos para iniciar cuando sea posible esos trabajos de intervención que afectarán a la primera fachada del edificio y a la parte superior de las dos torres.

Mientras avanza esa gestión para intervenir en el exterior de la Catedral, el Cabildo acaba de recibir el permiso de las administraciones públicas para la esperada rehabilitación integral de la capilla de la Asunción; unos trabajos similares a los que recientemente se realizaron en la capilla del Sagrado Corazón de Jesús y que tienen el valor añadido de tratarse de la única capilla que responde íntegramente al proyecto original de Vicente Acero y que fue además la primera en abrir al culto antes de la culminación del edificio, en 1775.

A partir de estas actuaciones más inmediatas en el tiempo (y que se unen a otra larga lista de intervenciones sobre las piezas artísticas que atesora el Cabildo) se pretende elaborar ese nuevo plan director que determine los pasos a seguir a medio plazo. “Nuestro interés, lógicamente, es comenzar las intervenciones ya, pero los recursos son limitados”, traslada al respecto Ricardo Jiménez, que considera fundamental la actualización de ese documento “para ver las prioridades y ver también qué puede intervenir el Cabildo, además de optar a ayudas y subvenciones de otras administraciones e instituciones porque muchas de las necesidades se escapan a las posibilidades del Cabildo”.