Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Cádiz

El penal de Don Quijote

  • Pacientes del psiquiátrico penitenciario de Sevilla, que tiene a 35 gaditanos, representan en Filosofía una obra de teatro, que entra dentro de su terapia

Don Quijote se bate contra molinos de viento y acuchilla odres de vino, Don Quijote se bate contra lo que imaginario porque su realidad es paralela. Don Quijote es hoy un interno del único hospital psiquiátrico que hay en Andalucía, un hospital que lleva el apellido de penitenciario. Don Quijote, dicen, cometió un delito. El no está muy seguro porque sus mundos son otros. Don Quijote es hoy una de las 184 personas con plaza en el siempre lleno hospital psiquiátrico de Sevilla. Quizá sea esquizofrénico, ya que es la enfermedad más común en el centro. Un 67% de ellos la padece. Sevilla es uno de los dos recintos de este tipo existentes en España, si se excluye Cataluña, que tiene competencias propias. Entre Sevilla y el otro hospital psiquiátrico penitenciario, el de Alicante, suman 550 pacientes. Los últimos estudios dicen que en las cárceles españolas cumplen condena en torno a 2.400 enfermos con trastornos mentales graves. Es decir, enfermos sin un tratamiento específico mezclados con el resto de la población reclusa.

El aula magna de la Facultad de Filosofía de Cádiz acogió ayer una obra de teatro. Era un Don Quijote muy particular representado por pacientes del hospital psiquiátrico penitenciario de Sevilla, un ejemplo de terapia para un grupo de seres humanos recluidos no por cumplir una condena, ya que son inimputables, sino como medida de seguridad por peligrosidad. En el anterior código penal esta situación legal sí que era peligrosa. Personas que habían cometido delitos por los que en una cárcel convencional hubieran tenido que cumplir un año podían estar en un limbo durante veinte años. Ahora existe un límite, pero ese código amenaza con regresar.

Sergio Ruiz, gerente del psiquiátrico penitenciario de Sevilla, introdujo a Don Quijote con multitud de datos. Así comprendemos en qué situación nos encontramos en materia de salud mental. España cuenta con 10,6 plazas residenciales para enfermos mentales por cada cien mil habitantes, la ratio más baja de la Europa desarrollada. Se cerraron psiquiátricos, pero no se crearon recursos alternativos. ¿Quién se hizo cargo de estos enfermos? Las familias. En el hospital psiquiátrico de Sevilla un 33% de los pacientes ha cometido un delito de sangre (homicidio o asesinato). No es demasiado. Estamos hablando de 60 casos. No es más que la incidencia criminal de las personas sanas. En casi la mitad de los casos -como el reciente crimen de Dos Hermanas-, la violencia se ha ejercido contra sus cuidadores, padres o hermanos. Y es que el 75% de los pacientes del hospital son solteros. La familia es el parachoques de la salud mental.

En el hospital de Sevilla el parachoques es el módulo 2, uno de los cuatro en un centro que el propio Ruiz admite que es "demasiado pequeño". Pese a ello, se consiguen no pequeños éxitos, sino grandes éxitos. Del módulo 2, donde entran los enfermos incontrolables, pasan a los módulos donde son controlados y realizan multitud de actividades. Un 40% de ellos está en condiciones de recibir un tratamiento externo. No es tan fácil. "Muchas veces hay dificultades para derivarlos a recursos comunitarios". Ahí está el problema para personas que, como recuerda Ruiz, "no son delincuentes. han cometido delitos, pero son enfermos".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios