Las normas de tráfico urbano de la DGT mantienen la prohibición del uso de los patinetes eléctricos por zonas peatonales en la trama urbana. En estos casos, como en las bicicletas, el usuario debe bajarse del mismo y llevarlo de la mano. En el resto del viario la velocidad máxima que se puede alcanzar no debe sobrepasar los 25 kilómetros hora.

El problema es que cada vez son más los casos en los que se circula con patinete por el acerado, e incluso por calles peatonales. Se aprovecha el uso de los carriles bici, cruzando sin problemas zonas de paso exclusivo para el peatón, para acortar recorrido. Se llegan a dar situaciones, como se puede constatar todos los días, el uso de velocidades muy elevadas, lo que supone un riesgo para muchos ciudadanos que atraviesan los carriles bici.

Así, se llegan a alcanzar velocidades cercanas al límite de los 25 kilómetros hora. Esta cifra está muy por encima de la velocidad máxima que pueden alcanzar el nuevo tranvía metropolitano cuando cruza el espacio urbano de San Fernando y Chiclana, que se limita a 15 kilómetros horas, además de que, por lógica, el tranvía es mucho más voluminoso, y por ello fácil de ver, que un ciudadano conduciendo un patinete.

Médicos de Urgencias destacan cómo cada vez son más los usuarios de estos vehículos que acuden a los servicios sanitarios, a veces con heridas, graves, al sufrir caídas por accidentes en los que podrían verse implicados peatones.