Cádiz

"Éste ha sido nuestro parto"

  • Manolo y Luisa, un matrimonio gaditano, cuentan cómo vivieron la adopción de su hija Laura Critican la escasa agilidad administrativa

Para hablar de la adopción de su hija Laura, Manolo saca un archivador hasta arriba de papeles. Unos en chino, otros en castellano, y alguno que otro en inglés. Papeles y más papeles que ha ido acumulando desde 2005, año en el que decidió iniciar los trámites. Ya era la segunda vez que lo hacía. Para Antonio, su primer hijo, Manolo y María Luisa -su mujer- optaron por la adopción nacional, pero esta vez se declinaron por la internacional. "Es mucho más rápida". Y aún así tardaron más de dos años. "Éste ha sido nuestro parto particular".

El primer paso que este matrimonio gaditano dio para iniciar el proceso de adopción fue contactar con la Junta de Andalucía, "organismo que te solicita una documentación amplísima así como infinidad de legalismos", se queja Antonio, quien califica los trámites burocráticos de "bestialidad". "Es una auténtica aberración lo que te piden". A pesar de los pesares, superaron los primeros escollos administrativos y continuaron en este camino que desde lejos se intuía repleto de obstáculos.

"Lo siguiente que teníamos que conseguir era la declaración de idoneidad, para lo que nos exigían dos informes, uno psicológico y otro social". Manolo y María Luisa decidieron obtenerlos por la vía rápida, esto es, en una hora previo pago de 1.000 euros. "No te queda otra. En la Junta de Andalucía tardan años y años en hacerlo, algo que nos parece inexplicable si tenemos en cuenta que en la administración hay personal más que cualificado para realizar este tipo de trabajos". No hay tiempo para tomarse un respiro. Prosiguen la carrera de fondo.

Una vez lograda la idoneidad -que tiene una validez de tres años renovable- se inicia el expediente. El sistema de tramitación del mismo puede ser a través de una entidad pública (los solicitantes se encargan) o mediante una Ecai, que es una entidad privada acreditada por la administración que se ocupa de la legalización y el envío del expediente de adopción. Este matrimonio gaditano eligió la segunda alternativa. "Con la Ecai te sientes mucho más arropado y seguro", declara María Luisa. Pero esta sensación de certeza y confianza tiene un precio: 3.000 euros aproximadamente por los servicios de gestión, vigilancia, traducción y mensajería, entre otros.

La gestación sigue su curso así como los continuos desembolsos y los tiempos de espera... hasta que llega el día de la asignación. "Recibes una foto de tu futuro hijo junto con una invitación del país de origen, en este caso China, para formalizar la adopción", comenta ilusionado el matrimonio como si todo esto hubiese ocurrido ayer.

Comienza entonces la cuenta atrás. "La Ecai reúne a 7 u 8 parejas para viajar todas juntas, lo que supone un gran apoyo, ya que compartes con ellas inquietudes, expectativas, esperanzas... En un momento tan especial y tan lejos de casa se convierten en un miembro más de tu familia", confiesan ambos.

Para Manolo y María Luisa partir rumbo a China se tradujo en un coste total superior a los 14.000 euros, siendo las partidas más cuantiosas las que se destinaron a los vuelos internacionales (2.600 euros), la estancia en el país (2.000) o el donativo obligatorio al orfanato (3.000 euros). Unas cifras bastante elevadas "que lamentablemente no todo el mundo se puede permitir, más ahora con la crisis tan grande que estamos sufriendo", argumentan.

Dinero, trabas, más dinero y más trabas. Pero al final todo tiene su recompensa. "Detrás de una adopción hay un hijo tan querido y tan luchado que cuando por fin lo tienes en brazo te olvidas todos los malos momentos", confiesa la gaditana mientras abre un álbum donde aparecen fotos de su primer encuentro con Laura cuando ésta sólo tenía 17 meses.

Aunque reconocen que no es tarea fácil, Manolo y María Luisa recomiendan la adopción a todas aquellas personas que puedan estar interesadas. "Es verdad que requiere un esfuerzo muy grande pero, sin duda, merece la pena". Es más, afirman que no han iniciado otra adopción "por la tardanza y lentitud de los trámites burocráticos". "Si la cosa fuera más rápida hubiésemos ido a por el tercero seguro".

En este momento de la entrevista los dos miembros de la pareja no pueden evitar torcer el gesto al recordar la sensación de "desamparo" en la que se sumergieron a lo largo del extenso proceso de adopción. "No nos parece justo que en nuestra comunidad autónoma las gestiones se dilaten eternamente mientras que en otras, como Cataluña, la tramitación sea más ágil. ¿Es que hay a caso comunidades de primera y comunidades de tercera?", se preguntan sin realmente querer saber la respuesta. Afortunadamente, todo el apoyo que no encontraron en la administración si lo consiguieron en los foros de internet, "donde contactamos con otras familias y conocimos casos similares al nuestro. Este contacto on line te hace más leve la espera", apunta Manolo.

Hoy Laura vive feliz en el seno de esta familia gaditana. Está integrada al cien por cien. En casa, en el colegio, con los amigos... "Es una más", se muestra orgullosa su madre, quien no quiere poner el punto y final a la conversación sin aclarar que "yo no he hecho ninguna obra de caridad, detesto que me digan eso, he hecho lo que he querido".

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