Cádiz

"Se palpa en la zona, no hace falta hacer números"

  • Los negocios cercanos a San Rafael notan "bastante" la poca afluencia al centro gaditano: "Nos vamos a tener que ir todos"

"Mire el comedor cómo está". En el Bar Falla no dudan en afirmar que su negocio y el resto de los que están cercanos al Hospital de San Rafael en Cádiz, notan ya desde hace un tiempo que por allí hay poco movimiento. "Nos vamos a tener que ir todos, no hay nadie", afirma Jose María. "Puedo estar vendiendo un 70% menos que hace un año. Antes venían muchas personas de fuera y que si el desayuno, que si la tapita, que si la botella de agua, que si el café para llevárselo a la habitación...", incide.

Justo en frente, la parada de taxi del lateral del Gran Teatro Falla, a un paso del centro sanitario, ya no tiene tan buena fama, cuentan los taxistas. "Hoy me he quedado porque sólo tenía un compañero delante, pero si veo que hay dos o tres me voy a otro sitio porque te puedes llevar aquí no sé cuánto tiempo", cuenta Francisco, uno de ellos, que ya lleva un rato esperando. Nada que ver con lo que ocurría antes en ese mismo estacionamiento, donde el viaje estaba asegurado en pocos minutos. "Se cargaba muy a menudo, aunque sea para ir a los Comes, ya que muchas de las personas que venían eran de la provincia para ir las consultas, visitar algún familiar o cuidar a los enfermos", recuerda. "La verdad es que ha dado un bajón".

En la baguetería El Mitin, al final de la calle Sacramento, responden rápidamente a la pregunta sobre si han notado en las ventas que el hospital no esté al 100%. "¿Que si se ha notado? Si soy casi el único que está abierto. Hay negocios que están cerrando", asegura Daniel.

El gerente del establecimiento afirma que "si antes venían diez celadores a llevarse de comer, ahora viene uno". "Y si tampoco están las familias, ni los enfermos... Vamos que entre esto, que nos han quitado Ingeniería (la antigua escuela estaba también a en la misma zona) y que la Facultad de Medicina ( en la cercana Plaza Fragela) está en obras, imagine", apunta. "Estamos todos igual, se nota tanto por el hospital como por las universidades", resumen también en Golosinas Sacramento, al lado. Y en Frutas Chico, a otros dos pasos: "Muchas familias de regreso a casa, tras visitar a alguien o acudir a las consultas, se llevaban de camino la compra", agregan.

La calle Diego Arias, por donde se accede al centro, no tiene el ir y venir de gente de hace unos años. "No hay enfermos, no hay nadie", señalan en el Bar Diego Arias. Su camarero, Selu, calcula que sus ventas pueden haber descendido entre un 50 o 60% desde hace más de seis meses. "Vendía muchos cafés ,y al mediodía, que los acompañantes se subían la comida".

En la misma calle lo reafirman Cayetano y Loli, que venden cupones cerca de la puerta de San Rafael. "Por la mañana solíamos vender todos los cupones y por la tarde ya teníamos que tirar de los de máquina. Ahora por la tarde todavía tenemos", comentan. "No hace falta hacer números, se ve claramente, se palpa", explica Cayetano. "Pero se ve poca gente en toda la manzana", recalca, "y cuando no hay paso de público las cosas mueren".

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