La oportunidad perdida por Cádiz con los Depósitos de Tabaco, y que tal vez lamente algún día

EL PASEANTE

La mitad del histórico complejo tabaquero funcionará como un archivo administrativo

Los dos edificios en el aire de la futura Ciudad de la Justicia

Jornada de puertas abiertas para poder ver la rehabilitación municipal de la primera de las naves. / Miguel Gómez

Cuando Teófila Martínez consiguió para la ciudad los históricos Depósitos de Tabaco, sin coste alguno para las arcas municipales, planteó un proyecto global para que todo el complejo compuesto por las cinco inmensas naves construidas a principios del siglo XX.

La idea era crear un equipamiento socio culturales con una clara visión de Bahía. Dar servicio a las necesidades de los barrios cercanos a los Depósitos y poner en marcha proyectos de atracción cultural de toda la Bahía. Un complejo, también, de creación artística y de formación, a fin de atraer ideas innovadoras más allá de las propias fronteras de la provincia. Una forma de crear riqueza cultural y laboral para la ciudad desde una visión de futuro, se decía.

Esta era la propuesta inicial, que compartía espacio, en la zona donde se levanta el almacén de tabacos (construido bien entrado el siglo XX), con la nueva Facultad de Medicina, y con viviendas en la parte del terreno vecino a la entonces avenida de Juan Carlos I.

Los cambios de gobierno y otras cuestiones dieron al traste con el ambicioso proyecto que iba a poner a los Depósitos de Tabaco a un nivel cercano a lo que hoy es Matadero en Madrid y otros equipamientos industriales recuperados en diversas capitales europeas para un uso de ciudad. También se esfumó la Facultad de Medicina, mientras que las promociones de viviendas se construyen desde hace apenas unos meses.

Todo empezó a torcerse cuando la Junta se fijó en este espacio urbano para construir la nueva Ciudad de la Justicia, en manos entonces el PSOE, y cuando el Ayuntamiento, entonces gobernado por José María González, cedió a la administración regional buena parte del suelo. El Ayuntamiento, al final se quedó solo con dos naves de los Depósitos y la mitad de la transversal.

Las dos naves municipales están en fase de conversión en un centro sociocultural. La primera ya está terminada pero aún no se ha puesto en marcha, a pesar de que la previsión del gobierno de Bruno García era de que estuviese en uso ya. La segunda nave está en estos momentos en obra. Y ahí se acaba la apuesta municipal.

Las otras dos inmensas naves de la antigua tabacalera se han cedido a la Junta. Y del uso sociocultural que se proyectaba en la etapa de Teófila Martínez se ha pasado a tener un futuro uso como... depósito de los archivos de la Consejería de Justicia de la Junta. Depósitos a los que incluso pueden llegar documentos del resto de Andalucía, como se anunció en su momento, lo cual resultará irónico en la ciudad con menos suelo de toda la región.

Es decir, se va a pasar un centro de creación cultural y socio económica a un contenedor de viejos papeles que, encima, no ocupará todo el espacio ya que en los propios planos del proyecto de la Ciudad de la Justicia se dejan salas vacíos pendientes de "necesidades futuras".

Que las naves vuelvan a manos del Ayuntamiento

En más de una ocasión se ha lamentado cómo esta ciudad ha perdido la oportunidad, o la ha retrasado en el tiempo, a la hora de aprovechar bien sus edificios de referencia. Castillos, baluartes, casas palacios. Ejemplos de nuestra rica historia a los que no se les ha sabido dar el uso más adecuado en muchas ocasiones, o simplemente no se les ha dado ninguno. Y al final, nos hemos lamentado por no haber reflexionado en tiempo y forma antes de actuar sobre este patrimonio.

Eso mismo nos puede pasar con los Depósitos de Tabaco. Un inmenso equipamiento, ejemplo de la antigua arquitectura industrial de la ciudad, ubicado además junto a barrios muy necesitados de un tirón para su definitivo desarrollo. Siendo importante, no se puede negar, la construcción en este entorno de la Ciudad de la Justicia, Cádiz puede lamentar tarde o temprano que dos estas inmensas y espectaculares naves se destinen a archivo administrativo y no a crear cultura, formación y empleo para la ciudad y para su Bahía.

Ahora que empiezan las obras de la Ciudad de la Justicia, que se harán por fases, y que la propia Junta asume que los depósitos no se ocuparán desde un principio, sería importante dar un paso atrás en el contrato de cesión del suelo firmado en la etapa de Kichi, y que las dos naves retornasen al patrimonio municipal. Si al final, la Consejería necesita suelo para un archivo, siempre habrá una nave en la Zona Franca, o en cualquier otra capital donde sí tienen terreno de sobra.

Y el Ayuntamiento podrá arreglar y adaptar estas instalaciones, sin prisas, esperando fondos europeos si es necesario. Pero asumiendo que el final la que va a ganar es Cádiz.

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