Obras en la Catedral Nueva de Cádiz
patrimonio histórico único | los problemas y las soluciones
Las dificultades del monumento, de su conservación y de todo lo construido en el casco antiguo se deben a la acción del ambiente marino, pero no sólo a él
La gran operación de la Catedral de Cádiz: rehabilitación al completo de aquí a 2038
"La situación de la Santa Iglesia Catedral de Cádiz no solamente es defectuosa por estar inmediata al mar, sino porque es el sitio de la población donde más combaten los temporales; de suerte que, rompiendo los golpes de agua en la muralla, y elevándose en forma de nube, descargan sobre la Iglesia, y esta es la causa por la que la voy formando de mármol blanco duro.” (Torcuato Cayón a Antonio Ponz, c1770).
Las dificultades de la Catedral, y de la conservación de todo el patrimonio construido de la ciudad, se deben a la acción del ambiente marino sobre los edificios. Ricardo Aroca, catedrático de la Escuela de Arquitectura de Madrid, en los cursos de doctorado que se impartieron en el Colegio de Arquitectos, apuntó la idea de crear en Cádiz un Instituto de Estudios sobre este asunto, al ser la ciudad española más afectada.
Los problemas no son sólo atmosféricos. Bajo el centro de la cripta de la Catedral existe un pozo de mareas cuya agua es de salinidad variable según las mareas, al igual que en muchas casas de Cádiz. Su agua se utilizaba para confeccionar los morteros de agarre y revestimiento de las fábricas. Hemos visto en la Catedral que muchos sillares han quedado apoyados sólo sobre los ripios, puntos de apoyo que se colocaban para soportarlos mientras el mortero fraguaba. Por cierto, muchos de estos ripios son conchas de ostión. Al no fraguar el mortero de apoyo entre sillares por exceso de salinidad del agua empleada, se acumulaban enormes presiones en dichos puntos, produciendo la rotura de la piedra. Además, estas sales contenidas en los morteros entre sillares, son disueltas por humedades provenientes del exterior o condensadas en el interior, trasladándose por capilaridad al interior de la masa pétrea y causando nuevas roturas al cristalizar de nuevo en el interior de la piedra. Naturalmente, a ello se añaden las sales que por el exterior acuden desde el ambiente salino de la atmósfera por su cercanía al mar.
En toda la ciudad, la utilización de morteros no transpirables e inadecuados, como los que contienen cemento portland, silicatos, resinas y otros aditivos químicos diversos, que se acompañan en el mercado con publicidad engañosa, está produciendo un deterioro manifiesto de las fachadas, con consecuencias sobre la salubridad y decoro de los edificios. En relación a los materiales compatibles con el patrimonio gaditano, es un tema preocupante, porque se siguen cometiendo graves errores constructivos por un conocimiento técnico deficitario. Estamos aun con la mentalidad del cemento portland, que es un error constructivo al utilizarlo en el revestimiento de fachadas por las patologías que desencadenan, ampliamente conocidas.
En nuestra ciudad hay una serie de condicionantes, unos patrones que se repiten. Estamos en una ciudad con un 75% de humedad relativa media, lo que lleva a que determinados aceros inoxidables se oxiden, por poner un ejemplo que se pueda entender. Cada proyecto de rehabilitación ha de ser un traje a medida y no nos referimos sólo a una rehabilitación integral sino también a actuaciones puntuales por una inspección técnica de edificio (ITE) como consecuencia de algún tipo de obra de urgencia que sea requerida por la municipalidad, etc. No se puede copiar y pegar, que es lo que muchas veces sucede en edificios del Casco Histórico gaditano con obras menores que ejecutan directamente osados albañiles sin conocimiento técnico alguno. Es ahí donde tenemos que estar realmente los arquitectos superiores y, por supuesto, apoyados por nuestro Colegio profesional, que debe concienciar y explicar a la sociedad nuestra labor, extremo que además está recogido en los propios Estatutos colegiales.
Fundamental la formación técnica
La formación técnica es fundamental en los revestimientos naturales con materiales como son la tierra, la arcilla, la cal y el yeso hidráulico. Lamentablemente, estos temas no se estudian con suficiente profundidad en las escuelas de arquitectura. Hoy día los arquitectos siguen en su mayoría aplicando morteros que sólo pueden ser apropiados en otros climas. El arquitecto superior se tiene que manchar las manos y saber cómo usar una llana porque si está prescribiendo un material debe tener un mínimo de destreza, de aprendizaje, de experiencia a la hora de definir una partida en un proyecto, a la hora de poder ajustar un presupuesto ó elegir cuál es el más adecuado. Llegar a conocer y ofrecer una lista de opciones factibles exige una formación intensa y constante que conlleva esfuerzos económicos, seguir estudiando en sitios que pueden aportarle conocimiento. Hoy día en España hay algunas entidades que están muy en esta línea. Como ejemplar y cercano, se debe llamar la atención sobre el Museo Cal de Morón que hace una labor excepcional realizando cursos de formación por toda España enseñando técnicas constructivas tradicionales. Otros cursos fundamentales que se desarrollan en el Colegio de Arquitectos de Madrid, en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) de Sevilla, o en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE).
Las normativas técnicas que los arquitectos tenemos que aplicar actualmente en la redacción de nuestros proyectos, por ejemplo el Código Técnico de la edificación (CTE), son cada vez más exigentes y más orientadas al lucro económico de un determinado sector. En dichas normativas, que provienen de Europa, aparecen soluciones para cumplir técnicamente pero que son totalmente afines a sistemas constructivos tipo que venden grandes fabricantes. Este hecho no fomenta la creatividad arquitectónica del profesional ni el desarrollo de sistemas constructivos pensados desde la arquitectura y el ambiente en que se encuentra. Es un error conformarse con asumir un sistema industrial para cumplir con la normativa porque tenga un certificado de homologación y no ponerlo en cuestión desde el conocimiento. La normativa española no regula la construcción con la cal. En otros países como Francia sí que está recogida en la normativa y además existe la figura del superintendente de la administración presente en el proceso constructivo. En este país un albañil se forma en unos siete años. En España no tenemos una formación reglada de este tipo. En España cualquier arquitecto que termina la carrera puede al día siguiente intervenir en un monumento. En Italia al menos hay dos años de especialización obligada del arquitecto para trabajar en Patrimonio arquitectónico.
Plan Director de la Catedral Nueva de Cádiz
En 2009 redactamos, por encargo de la Consejería de Cultura, el Plan Director de la Catedral Nueva de Cádiz. Se entregó por la Consejería al Obispado para acordar su gestión conjunta, pero no llegaron a celebrarse los contactos precisos para ello. En el mismo se tuvieron muy en cuenta los problemas antes expresados. Para ello contamos con la colaboración de Mª Auxiliadora Vázquez González y M.ª Pilar Ortiz Calderón, geólogas de la Universidad de Sevilla, que investigaron varios años en la Catedral y que confeccionaron un informe expreso: “Conclusiones sobre el estado de la Catedral y causas del deterioro”, encargado expresamente para el Plan Director. Se trata de un resumen de sus trabajos sobre la alteración de la piedra de la Catedral de Cádiz, que culminaron en las tesis doctorales de ambas geólogas: “Diagnóstico por análisis de imagen del estado de alteración de la piedra de la Catedral de Cádiz” e “Influencias del entorno ambiental en el proceso de degradación de las piedras de la Catedral de Cádiz”.
Aparte de ello, el Plan Director se ocupaba de otras muchas cuestiones, entre ellas:
1.- Análisis de los problemas del entorno: conexión con la Catedral Vieja y Campo del Sur.
2.- Análisis visual de los desperfectos en los diversos niveles y elementos: cripta, dados y basas, columnas, pilastras y capiteles, entablamento, arcos y bóvedas, espacios entrebovedados, instalaciones, fachadas, azoteas, cúpulas, torres y remates.
3.- Procedencia de las piedras empleadas y su relación con las patologías.
4.- Bienes muebles de la Catedral, inventario realizado por Fernando Pérez Mulet.
5.- Informe sobre las campanas de las torres, por Francesc Llop i Bayo y otros.
6.- Fichero de las 16 intervenciones realizadas desde 1987 hasta 2016. (Se detallan en nuestro libro autoeditado en 2017: “Treinta años de intervenciones en la Catedral Nueva de Cádiz.”):
- Levantamiento de planos y Diagnóstico.
- Colocación de redes de protección,
- Restauraciones de cubiertas, fachadas y cuerpos altos, paramentos interiores, en diversas fases.
- Restauración del interior de la cúpula central y apertura del óculo.
- Instalaciones de alumbrado general del interior del Templo.
- Acondicionamiento del espacio que rodea a la tumba de Manuel de Falla.
- Restauración de la Capilla de Las Reliquias.
- Reparación y mantenimiento de las cubiertas con pasta de cal y lechadas.
Con posterioridad al Plan Director se realizaron:
- Restauración de la antesacristía baja.
- Puesta en valor de la torre de levante, con petos de seguridad de vidrio e iluminación interior.
- Pararrayos en la torre de poniente.
En total, las obras supusieron una inversión de 4.408.387 euros.
El Plan Director abordaba otras cuestiones, que incluían un mantenimiento y gestión continuos, tan importantes para el Monumento como la ejecución de obras:
- Futuras obras sobre el edificio, que se valoraban en 14,7 millones de euros.
- Programa de reconocimiento: criterios para la continuación de las investigaciones y plan de actuación, con un coste anual de 26.564 € y 3 años de duración mínima.
- Programa de conservación y mantenimiento. Establecimiento de una cuadrilla de operarios especializados en revisión periódica general. Mantenimiento de cubiertas con pasta o lechada de cal. Limpieza de azoteas y cornisas. Corrección de humedades puntuales. Limpieza de redes de protección. Limpieza general y de espacios interiores mediante aspiración. Revisión periódica de instalaciones eléctrica, de seguridad y detección de incendios.
- Programa de uso y gestión: potenciar el uso religioso, visitas turísticas, usos culturales, conciertos musicales disponiéndolos de través en el crucero, con lo que mejora la acústica.
- Programa de difusión y divulgación, mediante la creación de un Centro de Interpretación en los entrebovedados.
- Programa de patrocinio: han de gestionarse las aportaciones del Cabildo, Obispado, Ministerio de Cultura y Consejería de Cultura, completadas por un sistema de patrocinio organizado por el Cabildo a través de la Asociación de Amigos de la Catedral, en el que se involucren la Ciudad, Ayuntamiento, Fundaciones, órganos con finalidades sociales (Cajas de Ahorro) y los ciudadanos. Todo ello exige una colaboración continua entre el Obispado y la Administración Pública
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