Cádiz

La mujer que sumergió a su bebé en el mar acepta 3 años de tratamiento

  • La pequeña fue asistida en la UCI con síntomas de semiahogamiento e hipotermia severa

Imagen de archivo de una playa gaditana escasamente transitada en los meses de invierno.

Imagen de archivo de una playa gaditana escasamente transitada en los meses de invierno. / jesús marín

La mujer que lesionó a su bebé de tan sólo dos meses tras sumergirlo en el mar en diciembre de 2015 ha aceptado recibir tratamiento ambulatorio psiquiátrico por un periodo de tres años.

Esa es la medida de seguridad que le ha impuesto el juez a esta madre, que evitó la celebración del juicio toda vez que las partes implicadas en este procedimiento llegaron a un acuerdo y se alcanzó una conformidad.

En este caso, y a petición de la Fiscalía, se ha apreciado la eximente completa de enajenación mental de la procesada en el momento de los hechos.

El magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Cádiz ha dictado una sentencia -ya firme- en la que se da por probado que el 23 de diciembre de 2015, antes de las ocho de la mañana, la mujer se levantó de la cama sin que su marido se percatase de ello y cogió al bebé, al que notó que respiraba con dificultad debido a una bronquiolitis.

La madre se fue entonces a la playa, se introdujo en el mar con su hija en brazos y comenzó a sumergirse, si bien cuando sintió que la bebé ralentizaba sus movimientos, reaccionó y la sacó del agua con inmediatez con la intención de pedir ayuda a una pareja que se encontraba en la zona.

Madre e hija fueron trasladadas con rapidez al Hospital Puerta del Mar. La pequeña fue asistida en la UCI pediátrica con síntomas de semiahogamiento e hipotermia severa. Requirió de medidas asistenciales de carácter curativo como monitorización, oxigenoterapia, calentamiento y recalentamiento, fluidoterapia intravenosa y controles analíticos. Finalmente la niña logró ser estabilizada por el Servicio de Urgencias Pediátricas, pasó a planta y fue dada de alta el 26 de diciembre de 2015.

Cuando la madre llegó al hospital, no paraba de llorar desconsoladamente al mismo tiempo que refería "se me ha ido la leche del pecho y ya no puedo alimentarla. Me levanté y me la llevé a la playa; me metí dentro del agua con ella y la mantuve sumergida hasta que se movía menos". La mujer, en shock, tuvo que ser trasladada a psiquiatría, donde, tras ser atendida, recibió el alta hospitalaria.

A la fecha de los hechos, la procesada padecía una depresión postparto (ya la había tenido con anterioridad con su primer hijo). Además, tal y como apuntó el fiscal en sus conclusiones, en el momento de meter a la criatura en la playa, la madre sufrió un episodio depresivo grave que le afectó hasta llegar a anular su capacidad de comprender lo que realmente estaba sucediendo.

En base a esta valoración, la Fiscalía ha solicitado (y así se ha contemplado) que en este procedimiento se aplique la eximente completa de enajenación mental.

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