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Ayuda a domicilio

Una señora de 86 años de Cádiz "empotrada en una cama" necesita urgente una grúa

  • La Asociación de Vecinos del Barrio de Astilleros vuelve a hacer un llamamiento solidario porque  ni el SAS ni los Servicios Sociales cubren este tipo de artilugios imprescindibles

Una voluntaria de la asociación, durante un reparto de alimentos.

Una voluntaria de la asociación, durante un reparto de alimentos. / D. C.

Lo hicieron durante los peores momentos de la pandemia, lo hicieron antes y lo siguen haciendo. Colectivos ciudadanos como la Asociación de Vecinos del Barrio de Astilleros de Cádiz siguen atendiendo demandas de ayuda de personas vulnerables que no la encuentran en las administraciones que deberían prestársela, ya sea el Servicio Andaluz de Salud (SAS) o los Servicios Sociales municipales.

Al menos por segunda vez en lo que va de año, la asociación que preside José Gaviño vuelve a hacer un llamamiento urgente parecido a través de las redes sociales y de los contactos que mantienen con personas colaboradoras, que son muchas: "Es urgente encontrar una grúa para una señora de 86 años que de la noche a la mañana se encuentra empotrada en una cama y su obesidad hace que sufra el doble de en los movimientos necesarios para su aseo, sobre todo. Queremos conseguirle calidad de vida el tiempo que Dios quiera. Por favor, pedimos que compartan y divulguen. Es urgente vuestra ayuda", dice el portavoz vecinal a través de un mensaje distribuido por Whatssapp.

En esta ocasión, la señora que necesita esta grúa es la madre de una activísima colaboradora de la asociación en la ayuda a las personas más vulnerables, vengan de donde vengan y tengan el problema que tengan, explicó a este periódico el portavoz vecinal.

En enero pasado fue una mujer que estaba siendo tratada de un cáncer que cuidaba a sus padres octogenarios. A su padre, que padecía de obesidad mórbida -pesaba 150 kilos- y otras patologías se la había hundido literalmente la cama, de la que no podía moverse. Pese a que un grupo de trabajadores sanitarios que colaboran habitulamente con la asociación se ofreció para solventar aquel problema, José Gaviño pudo hacerlo antes con medios propios de la asociación, que suele disponer de sillas de ruedas manuales y eléctricas y de camas articuladas para quien lo necesite. Desgraciadamente, en este momento no disponen de ninguna grúa y "ni la administración sanitaria ni la social cubren este tipo de necesidades", lamenta José Gaviño. 

Nada más estallar la guerra en Ucrania, la Asociación del Barrio de Astilleros puso en marcha una campaña de ayuda, recolectando una buena cantidad de material térmico, conservas de pescado y comida enlatada, mientras que seguía atendiendo en paralelo a vecinos y vecinas de toda la ciudad.

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