A los 76 años ha fallecido el aficionado gaditano Miguel Polanco López “El Pelón”, entrañable taurino muy querido en la ciudad en la que nació en 1944.

Su apodo le viene de muy joven, ya se fue a Madrid con 14 años para ser torero,  cuando fue detenido por la Guardia Civil por torear de noche en el matadero de Cádiz y fue rapado.

Su primera actuación fue con un toro de mimbre en su colegio de La Viña. Miguel debutó en la plaza de Cádiz en agosto de 1964, en la famosa novillada de los mil duros, sufriendo una cornada. Toreó dos veces más en Cádiz y en un festival al año siguiente, en el que cortó dos orejas. Pemán lo recomendó a Luis Miguel Dominguín para torear en La Oportunidad de Vista Alegre y fue debut y retirada, emprendiendo el oficio de camionero que le llevó a recorrer medio mundo.

A la vez hacía el servicio de picadores en Las Ventas y fue chófer de toreros como Manzanares padre o Julio Aparicio, estando muy vinculado a esa casa. Desde 1979 fue asistente de su gran amigo Felipe Campuzano y fue conductor en la empresa de limpieza de aquel Madrid de Viña P que compartió con los añorados Pepín Cabrales, Palmera, Pericón, El Bahía, Caramelito o Brihuega.

Miguel, que tenía un ángel posado en el hombro, nos deja más sonrisas que lágrimas y muy solos a su familia y amigos de Cádiz como Manteca, Rebujina, Lorena, los Melu, Campuzano, El Morcillero, Gabriel Gómez, Orteguita, Juan Villar, Rancapino y tantos otros a quienes mandamos un abrazo tan grande como el beso que enviamos a su queridísima Pepi.