"El momento que viven las eólicas marinas no es brillante pero no hay otra opción que ser optimistas”
El sector de las energías eólicas marinas, reunido en Cádiz durante el Blue Zone Forum, no duda que “los beneficios están claros"
"Nos tenemos que reinventar y buscar maneras distintas de hacer las cosas para pasar este momento de bajón”
“Cádiz no tendrá parque eólico marino”
La eólica marina ha sido este jueves la protagonista del Blue Zone Forum Navalia Meeting 2025 que se viene celebrando en el Palacio de Congresos de Cádiz desde este pasado miércoles y que tendrá hoy viernes la jornada de clausura. Se trata de un evento con un marcado componente cultural y una importante presencia internacional, además de dar cobertura a un amplio programa de talleres, ponencias, coloquios, actividades paralelas.
Rodrigo Ballesteros, senior advisor de la embajada de Noruega en España; José Luis Inogés, responsable de Desarrollo de Negocio en Navantia Seanergies; y, por último, César Martín, responsable de Infraestructuras en Área de Competitividad e Innovación de la Autoridad Portuaria de Las Palmas ocuparon la sala 1 del Palacio de Congresos, que contó con una nutrida audiencia y que llegaba con ganas de escuchar experiencias y vivencias que, con total trasparencia, fueran capaces de contar cuánto hay de real y cuánto de ciencia ficción en el futuro de los parques eólicos marinos, al menos, en territorio español.
Todos los proyectos planteados en España siempre colgado el cartel de “a largo plazo”. En sus planes y proyectos existe hay aún demasiada presencia de la bestia negra de la desconfianza. Y de eso hablaron los distintos ponentes.
En la presentación de los ponentes por parte de la persona que ejerció como moderador de la jornada de debate, José Luis Trillo Mariscal, director general de Atridel, salió a relucir el título de una canción del grupo Golpes Bajos en la que decían que eran malos tiempos para la lírica. Pues “lamentablemente ese lema podría ser también válido para la energía eólica flotante”. Cierto es que cuando se habla de crecimiento, siempre salen a relucir las barreras que alejan cualquier oportunidad de desarrollo para el proyecto de la energía eólica marina.
Las más temidas, las barreras sociales que impone la sociedad civil que lo que necesita, según coincidieron todos los ponentes de esta jornada del Blue Zone Forum 2025, es que alguien le ponga las verdades sobre la mesa, así como todos los aspectos positivos y negativos que trae consigo este tipo de energía que ha venido para quedarse. Pero deben ser las propias fuerzas tractoras, las empresas interesadas en llevar a cabo sus proyectos, las que tienen que hablar sin tapujos para hacer ver a esa sociedad civil cuáles son, sobre todo, los beneficios de cara al futuro para así ir preparándonos todos para acoger entre nosotros este tipo de parques que podrían llevarnos incluso a esa ansiada independencia energética a la que aspiran todos los países y que muy pocos, entre ellos Noruega, han llegado a alcanzar.
Otro tipo de barrera con la que se encuentran los defensores de la energía eólica marítima flotante son los propios gobiernos, la clase política en general y, sobre todo, el marco regulatorio. “Si ellos no dan pie a arreglar las dificultades poco se podrá hacer.
“Al sector le hace falta cariño y confianza porque ahora mismo los que estamos apostando por el no vemos ese cariño necesario”, dejó caer el moderador.
José Luis Hinogés, en representación de Navantia Seanergies, reconocía, por su parte, que “el momento del sector no es brillante aunque no nos queda otra opción que ser optimistas. A veces las bajonas son buenas porque te obligan a pensar en cómo hacer las cosas y te redefine el sector. Es un sector inmaduro”.
“A las empresas aún no le salen los números”. Afirmó Hinogés que en Navantia se están preparando para lo que está por llegar para ir mejorando sus capacidades industriales ante la amenaza china que acecha con un precio con el que nunca se podrá competir.
Se encuentran con la dicotomía de que se necesita una mano de obra cualificada que habrá que ser capaz de mantener a pesar de vivirse períodos de poca carga de trabajo: “Hay que mantener el músculo y luchar por que las empresas no vuelen y con ellas una mano de obra muy cualificada, que cuando nos haga falta y vayamos a buscar no hay quien los encuentre”.
"Hay que ser optimistas. Llegará la eólica porque su beneficios están claros. Nos tenemos que reinventar y buscar maneras distintas de hacer las cosas para pasar este momento de bajón”
César Martín, responsable de Infraestructuras de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, contó que el puerto de Las Palmas lleva varios años intentando posicionarse en el mercado de las plataformas de montaje. “Vengo de la isla donde se va a montar el primer parque eólico de España, por lo que su puerto lucha por ser ese centro de ensamblaje y fabricación. Desde flotadores, mástiles, rotores, palas, etcétera... Todo en el puerto de Las Palmas. Tememos muchas posibilidades”.
De hecho, allí, en las Islas Afortunadas dicen no conocer ese momento de bajón del que hablaba el moderador, ya que hay ya 23 promotores dispuestos a hacerse con una única ubicación, entre los que destaca un tándem entre las empresas Boluda y Suárez.
Una está puesta en reparación naval y la otra en la preparación de infraestructura pesada. “Me dicen que ahora mismo la situación está en un momento en el que la Dirección ha entregado al concesionario la aceptación de las condiciones de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y están a la espera de recibir esa firma. Si eso sucede, Las Palmas se posicionaría como ese hub que pretende no sólo montar plataformas para la fabricación y montaje sino también acuicultura a gran escala y otros posibles proyectos como parques de fotovoltáicas flotantes que podría ser la tecnología del futuro”. “Tenemos que apostar por estos desarrollos y ahora queda esperar al concesionario”, indicó César Martín.
Rodrigo Ballesteros, senior advisor de la embajada de Noruega en España, presentó su credencial recordando con gran orgullo que Noruega es un país energéticamente no dependiente, y parte de ello lo ha conseguido gracias a muchos años de experiencia off shore con el petróleo o la energía hidroeléctrica y, además, tiene muchos kilómetros de costa, aguas profundas y , gracias a todo ello, eólica flotante, a lo que se suma tecnología muy avanzada.
Todos los ponentes coincidieron en que se trata de una carrera de fondo. Y, puestos a ser optimistas, se puede mirar atrás y se puede ver que la eólica terrestre llegó hace 30 años y España es ya una potencia europea, así que lo mejor será esperar, luchar y, sobre todo, ser optimistas.
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