Cádiz

El menú especial de los invisibles

  • Cruz Roja hace repartos extraordinarios de alimentos para los indigentes en Navidad

  • Junto a la comida, los voluntarios regalan compañía y charla

Voluntarios de Cruz Roja entregando ayer alimentos a Juan Carlos Bacalleda en el Paseo Marítimo.

Voluntarios de Cruz Roja entregando ayer alimentos a Juan Carlos Bacalleda en el Paseo Marítimo. / joaquín pino

"Es bonito creer en algo que es más fuerte que tú. A veces pienso que formo parte de un rompecabezas esperando a que alguien extienda su brazo y me lleve con Dios". Juan Carlos Bacalleda filosofa mientras charla con los voluntarios de la Cruz Roja que acaban de darle un pequeño menú navideño para que coma algo caliente. Bacalleda es canario pero lleva cerca de 15 años en Cádiz y es conocido por las construcciones de arena que hace en la playa de La Victoria.

El turno de voluntarios lo desempeñan Juan Guerrero, Rafael Gené y Cesáreo Castañeira, y en ellos Juan Carlos encuentra mucho más que alimentos. Compañía en unos casos, ayuda para sacarse la tarjeta sanitaria en otras, una buena charla en medio de tanta soledad. Y como ayer, un tupper con berza caliente y una bolsa con agua, una bandeja de chacinas, polvorones, una cerveza sin alcohol, pan y cubiertos.

Ayer Juan Carlos no aparecía pero en los alrededores del paseo Marítimo lo conocen y una persona les dice más o menos por dónde anda: "Estos son peores que los de la secreta, al final siempre me encuentran". Este canario tiene como tesoro la playa y aunque vive despojado de las mínimas condiciones, tiene un mantra: "Si no vivo yo, quién va a vivir por mí". A remar, siempre a remar.

Cruz Roja hace repartos de alimentos tres días a la semana. El de ayer es uno extraordinario que todos los años se realiza el 24 y 31, pero que al caer en sábado lo han tenido que adelantar un día. Los tres voluntarios salen con una camioneta a buscar uno por uno a todos los indigentes hasta las cerca de 40 raciones que van a repartir. Un par de ellos junto a la calle Brasil, otro bajo el puente que divide el polígono exterior de la Zona Franca en dos, otra pareja en la avenida león de Carranza, en San José, otros muchos en el casco histórico... Los voluntarios están hasta pasadas las cinco de la tarde. En algunos casos hasta los perros que acompañan a los indigentes los reciben haciendo fiesta, como un signo inequívoco de que les llega el bien.

Rafael Gené lleva ya muchos años haciendo esta labor. Después de todo este tiempo, "hay algunos que incluso nos defienden si en algún momento alguien se pone un poco agresivo con nosotros". Una de las cosas que más ha aprendido durante estos años es a valorar lo que tiene: "Nadie está exento de quedarse parado o separarse y acabar en la calle".

En la avenida José de León de Carranza, en la misma acera done ayer se congregaban los agraciados con los miles de euros del segundo premio del Sorteo Extraordinario de Navidad, otro canario, Antonio Manuel, y su pareja recibían la comida. Sus palabra son nada más que de agradecimiento a la Cruz Roja e incluso se queja de que un día les iban multando por tener mal aparcada la furgoneta mientras repartían los alimentos. Antonio Manuel vende flores para ganarse un poco la vida.

Para el viernes que viene habrá de nuevo un reparto extraordinario de alimentos con motivo de fin de año, donde la berza se cambiará por el cocido.

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