En Iguales en Acción, la nueva organización sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar la realidad de las personas en situación de calle, están convencidos de que otra manera de intervenir en esta dura realidad es posible. Una forma de intervención desde la igualdad y la conciencia ambiental que se traduce en una simple pero, hasta ahora, inédita propuesta, las personas sin hogar tienen voz y voto en esta entidad en la que forman parte en condiciones de igualdad junto con los técnicos y agentes voluntarios.

Herederos "de alguna manera", dicen, del desaparecido proyecto de Cáritas en la ciudad, Luz y Sal (trasladado a San Fernando), la trabajadora social María Jesús Romero, que estuvo al frente del centro durante más de una década, y el ciudadano Jesús Sánchez Romero, una de las personas sin hogar fundadoras de la nueva iniciativa, presentaron la organización que comenzó a fraguarse en abril y que hoy es una realidad.

Una organización formada por un equipo que, ya sea por su propia situación de calle como por su dilatado trabajo con las personas sin hogar, acumula años de experiencia en este terreno. Años en los que se han encontrado con "dos barreras principales" que impiden que estas personas no puedan salir de su complicada situación: la falta de vivienda y de trabajo. Estos son los dos grandes caballos de batalla a los que se enfrentan Iguales en Acción con propuestas en firme que ya están dando sus frutos.

"La intervención clásica, que también es necesaria pero que para los recursos que necesita es menos efectiva, es escalonada. Es decir, se dan una serie de pasos y en el escalón más alto se encuentran la vivienda y el empleo. Nosotros invertimos la mirada y pensamos que facilitando primero la vivienda, con un proceso de acompañamiento y seguimiento, recuperamos a estas personas para la sociedad", explican al alimón Romero y Sánchez la teoría del Housing First (la vivienda primero) que es el basamento del modelo de intervención de Iguales en Acción y que en ciudades como Barcelona, Madrid o Málaga ya está dando resultados "muy positivos", de hecho, "el 99,9% de las personas participantes de este programa han permanecido en la vivienda que les facilita un año después de su entrada", asegura Menchu (como más se conoce a María Jesús) Romero.

¿Una teoría sin más? No. Iguales en Acción ya la está llevando a la práctica con dos viviendas, donadas por particulares, pero con la intención de darle una vuelta más, el Green Housing First. "Las personas sin hogar son expertos recicladores, se hacen su campamento, reutilizan ropa... Han hecho de una necesidad una potencialidad que puede ser aprovechada para el empleo pero también para conseguir ser ciudadanos ejemplares en la conciencia medioambiental. Así desde Iguales en Acción estamos trabajando para dotar a las viviendas con todos los recursos para hacerlas sostenibles y formar a estas personas para que reduzcan su huella ambiental", explican.

Una mirada en verde que Iguales en Acción también enfoca hacia el empleo. ¿Otra teoría? No, otra realidad. Y es que la organización está negociando la firma de un convenio con la empresa vasca Koiki por la que se crearán dos puestos de trabajo en Cádiz destinados a dos personas sin hogar. Koiki es un servicio de mensajería última milla que pretende cambiar la manera de entregar y recoger los envíos a domicilio (de compras on line por ejemplo) para hacerlos más sociales y sostenibles, por lo que estas personas, los koikis, realizan las entregas o las recogidas a pie o en bicicleta. "Para poder cerrar este convenio sólo necesitamos un local mediano para guardar los paquetes. Si lo conseguimos, este convenio se hace efectivo de forma inmediata, así que hacemos un llamamiento tanto a las instituciones públicas como a las privadas para que nos ayuden a conseguirlo", animan desde la organización.