Sin luces, apaga y vámonos

El comercio, lastrado por la crisis, entona un unánime "lo que faltaba" para lamentar la eliminación del alumbrado en las principales calles

Alumbrado extraordinario de la Navidad 2016 en la plaza de San Juan de Dios.
Alumbrado extraordinario de la Navidad 2016 en la plaza de San Juan de Dios. / Julio González
J.m. Sánchez Reyes Cádiz

18 de noviembre 2016 - 02:10

El comercio del centro despertaba ayer con una insólita noticia. Las principales calles no contarán con luces extraordinarias de Navidad, aunque la ausencia de las mismas sí que se ha convertido en un hecho extraordinario. Tanto que Joaquín Lluch, que lleva en su tienda de ropa de la calle Ancha desde 1971, y María del Carmen Domínguez, con 30 años tras el mostrador de Confecciones Eutimio, en la calle Columela, no recuerdan haber vivido las fiestas sin el alumbrado. El malestar entre los comerciantes era notable en la mañana de ayer. El sector lleva años en modo 'mírame y no me toques'. Vamos, que no está "para experimentos", como apuntaba Domínguez. Las fechas navideñas suponen para los comerciantes una oportunidad de respiro. Sin iluminación, entienden, no se anima al consumo.

"¿Y qué podemos hacer para protestar por esto?", se preguntaba María Rosa Vendoiro, que regenta la Corsetería Rebeca en la calle San Francisco. "Esta calle siempre estuvo iluminada, incluso en el primer año de este equipo de Gobierno. Es un palo para el comercio tradicional porque esto no va a atraer gente y hará que más gente aún se decante por los centros comerciales. Van a ser unas navidades tristes en el centro", manifestaba en la puerta de su negocio. Y añadía que "después de estar vapuleados por la competencia desleal de las grandes superficies, nos encontramos con esto. Los autónomos no tenemos apoyo de nadie. Ni siquiera del Ayuntamiento". Apuntó Vendoiro que a la hostelería "también la van a hacer polvo. Y a todo el que quiera ganarse la vida".

En la misma calle, un comerciante que no quería descubrir su nombre, aseguraba encontrarse "indignado" pues la decisión municipal "es la mejor manera de espantar al público". Recordó que "ya el año pasado poniendo la cabalgata en el casco histórico se cargaron muchas plazas de aparcamiento para clientes un día clave como el 5 de enero". En el mismo posicionamiento del anonimato, la propietaria de una tienda también en San Francisco calificaba la noticia de "contraproducente", puesto que "iluminar las calles es lo mínimo que se puede hacer por la Navidad y por el comercio". Concluyó señalando que "sin embargo mantienen el alumbrado en Carnaval, fiesta de la que el comercio no se beneficia como de la Navidad. No entiendo nada".

En la calle más comercial por excelencia, Columela, María José Enriquez, de la tienda de ropa para niños Goya, admitía como "lógico" que la situación económica obligue a hacer recortes en la iluminación. "Pero no en las principales calles", puntualizaba. A su juicio "no es la mejor medida para animar a la campaña del comercio. Demasiado triste está ya todo como para encima quitar las luces".

Tampoco está para sustos la calle Ancha, que en los últimos años sufre la recesión económica, visible en la cantidad de locales vacíos que presenta. En Galerías Lluch, su propietario, Joaquín, decía que "jamás he visto así a Ancha" e ilustraba su asombro de esta manera: "Llevo en esta calle desde 1971 y he visto tres suelos distintos y hasta una acera, pero jamás faltó el alumbrado de Navidad". Expresó su deseo de que el Ayuntamiento "rectifique" porque "las luces dan alegría y ambiente a las calles y esto no invita a que vengan clientes de otras poblaciones". Apuntó que "lo mismo que nosotros adornamos los escaparates, el Ayuntamiento debe hacerlo con las calles.

También en Ancha, Jesús García, de la tienda de decoración Millenium, indicaba que "la repercusión de esta medida se verá cuando pase la Navidad, a posteriori. Si es una cuestión de ahorro, el Ayuntamiento tendrá sus razones. Espero que no vaya en perjuicio del comercio, porque lo cierto es que la iluminación anima". En la esquina con San José, Carlos López, del Bar Liba, expresaba que la ausencia de luces "es una mala noticia también para la hostelería, porque si el comercio vende, los bares vendemos. Si una calle céntrica como Ancha está en Navidad como un día normal, no es bueno para atraer a clientes". Y aportó un curioso detalle: "Hay que tener en cuenta que las personas que vienen a Cádiz en esas fechas vienen buscando ambiente de Navidad, lo mismo que los gaditanos vamos a Sevilla o Madrid para disfrutar de las iluminaciones".

En otro ilustre comercio, Confecciones Eutimio, en la calle Columela, María del Carmen Domínguez, incidía en que "hay que incentivar las ventas de todas las formas, y el alumbrado extraordinario es una de ellas. Se supone que un ayuntamiento tiene que incentivar todo lo bueno de una ciudad, incluyendo que se vea bonita, adornada". Y argumentó su oposición a la medida municipal asegurando que "no podemos dar imagen de una ciudad triste y menos en Navidad. Cádiz es una capital, no nos olvidemos. Y vivimos mucho del turismo, de los visitantes. La ciudad debe entrar por los ojos y esta no es forma de venderla".

Los comerciantes realizaban estas declaraciones antes de conocerse por la tarde que se declaraba desierta la adjudicación de la iluminación navideña. De todas formas, ocurra lo que ocurra con esta polémica, las calles del centro no tendrán un alumbrado especial.

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