El servicio de limpieza viaria y recogida de basuras tal y como se presta en la actualidad tiene los días contados. La empresa prestataria (la UTE formada en 2006 por los grupos Valoriza y Cointer) está en la recta final de su labor, ya que será en los próximos días cuando la empresa que ha resultado adjudicataria (Cointer, una de las dos que actualmente realiza este servicio) formalice el nuevo contrato y empiece a prestar el servicio.

De hecho, fue el pasado viernes cuando finalizó el plazo otorgado a Cointer para que presentara toda la documentación necesaria para proceder a la firma del contrato. Esto es, esencialmente, aquellos documentos que acrediten que la empresa dispone de los medios comprometidos en su oferta, además de la garantía establecida en el pliego y de otras credenciales de cumplir con sus obligaciones tributarias y con la Seguridad Social. Según establece el pliego de cláusulas administrativas que ha regido este proceso de contratación, será cinco días después de haberse entregado toda esta documentación cuando se proceda a la adjudicación definitiva del contrato, que ya quedaría únicamente a expensas de su formalización y, a partir de ahí, su puesta en marcha.

Por tanto, se prevé que en los próximos días (incluso esta misma semana) quedara adjudicado de manera definitiva el servicio para que a lo largo del mes de noviembre -a priori- se procediera a firmar el nuevo contrato de limpieza y recogida de basuras, que en cualquier caso todo apunta a que entrará en funcionamiento antes de que finalice el año.

Con esta noticia se pondría fin a un proceso que se ha retrasado nada menos que cuatro años y tres meses, los que han transcurrido desde que el actual contrato expirara el 31 de julio de 2016, habiendo encadenado sucesivas prórrogas en estos años, que se han unido a un primer intento de licitación que tumbó el Tribunal de Contratación Pública tras la denuncia de las empresas del sector (al entender que los plazos del proceso no podían tramitarse por vía de urgencia) y al posterior y por ahora definitivo procedimiento del que ha resultado adjudicataria la empresa Cointer.

El nuevo servicio de limpieza de la ciudad vendrá a renovar toda la flota de vehículos y la maquinaria hasta ahora utilizada; una cuestión que era más que necesaria (ya que hablamos de camiones que llevan más de catorce años prestando un servicio diario) y que a buen seguro vendrá a introducir importantes mejoras tanto a nivel medioambiental (los vehículos actuales tienen mucho más regulado el consumo y las emisiones que en 2006) como de ruido (mitigando así las molestias que ocasionan hoy a los vecinos). Del mismo modo, se incrementan notablemente las frecuencias de baldeo y de fregado; un aspecto que coincide con las numerosas críticas por el mal estado de revista que presenta la ciudad, con excesivas muestras de suciedad en la vía pública.

Todo ello -entre otros aspectos que vendrán a renovar, cambiar y ampliar los servicios prestados- por un precio inferior para el Ayuntamiento que el que está abonando hasta ahora. Por raro que parezca, el contrato con Cointer se eleva a los 15,34 millones de euros al año, más de un millón de euros por debajo de la factura que está abonando hasta ahora la ciudad (de 16.459.306,92 euros). Este extremo, de hecho, ha provocado las dudas entre los técnicos municipales, que requirieron mayor precisión de algunos extremos de la oferta a la adjudicataria, y entre los grupos políticos, que no apoyaron la decisión de dejar este servicio en manos de Cointer (algo que se va a hacer con los únicos votos favorables del equipo de gobierno, la abstención del PP y Domingo Villero y el voto en contra de PSOE y Ciudadanos).