La Galeona ha vuelto sin su Rosario

En 1969, el P. P. Pablo del Olmo vivió por primera vez una cosa así: cuando fueron a cerrar el templo, echaron de menos la pieza de oración

La familiar vuelta del 'Elcano' a Cádiz, ya sin la princesa Leonor: "Ha sido un crucero maravilloso, lo hemos vivido con naturalidad"

La Galeona, desembarcando esta mañana de lunes 21 de julio del Juan Sebastián de Elcano. / Germán Mesa
Fr. Pascual Saturio Medina, O. P.

21 de julio 2025 - 14:25

Como lo ha hecho siempre. El titular, que puede parecer muy llamativo, responde a lo que tantas veces hemos visto. El 21 de julio de 2025 hemos vuelto a vivir lo que tantas veces ya. Esta vez, con S. A. R. a bordo.

En 1969 el P. P. Pablo del Olmo vivió por primera vez una cosa así. La Galeona entonces estaba en el presbiterio en una pequeña mesa. Y el confesionario del fraile estaba al fondo de la nave derecha del templo. Aquella mañana cuando fueron a cerrar el templo echaron de menos el Rosario de La Galeona. "Alguien ha cogido el Rosario de la Virgen". Y empezaron a buscar. Desde donde estaba el P. Pablo vio entrar a uno que siempre había venido a pedir. Aquella mañana no lo hizo sino que cuando terminó su visita salió del Convento. "Este ha sido el del Rosario de la Virgen". Queriendo asustarle, los frailes lo denunciaron y cuando salió del juicio se hicieron presentes los dos, el P. Pablo y el acusado. El juez le preguntó: "¿Usted pasó este día al Convento y cogió algo que no fuera suyo?. El hombre respondió: "Sí señor, yo pasé al Convento pero yo no he cogido nada que no fuera mío. Si me pregunta por el Rosario de La Galeona le tengo que decir que fue Ella quien me lo dio". "¿Cómo?, preguntó el juez. "Yo me puse ante ella en las gradas del altar y le dije que aquel día no tenía en casa nada, ni para mis hijos ni para mi. La Virgen entonces extendió la mano y me dijo: 'Toma mi Rosario, véndelo y dale de comer a tu gente esta mañana'. Y por eso lo cogí. Lo vendí en tal sitio y allí pueden preguntar. Con lo que me dieron compré de comer para los míos".

El P. Pablo, entonces, se levantó y dijo: "Terminó el juicio, señor Juez. Si lo ha dicho la Virgen, bien dicho está".

Pues esto ha vuelto a repetirse todas las veces que La Galeona se ha ido en el Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano.

La primera vez que se embarcó en esta nave volvió sin su Rosario. Fue un disgusto. La familia Del Río le regaló entonces uno magnífico que solo se le pone a laVirgen cuando está en el Convento. No cuando sale. Y nunca ha vuelto con el Rosario con que se va. Los frailes ya sabemos la historia y es tan emocionante que os la quiero recordar.

Nadie le quita el Rosario. Lo da Ella a aquel que se acerca a despedirse y habla con Ella. "¡Toma, para que lo reces!". No digáis nunca que se lo han quitado. Decid siempre que se lo ha dado al que la necesita más y su Rosario se ha hecho signo de su condición de Madre.

La Galeona ha vuelto sin su Rosario porque lo ha vuelto a dar.

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