Los próximo días 8, 9 y 10 de marzo se celebrará en la Audiencia Provincial de Cádiz un juicio con jurado a un hombre acusado de entrar en la casa de su novia por la fuerza porque sospechaba que se encontraba allí con otro.

Para la Fiscalía, este hombre es autor de un delito de allanamiento de morada y pide para él la pena de dos años y ocho meses de prisión. Asimismo, la acusación pública plantea una orden de alejamiento respecto a la víctima por un periodo de tres años.

El escrito de calificación fiscal recoge que el 8 de octubre de 2018 el procesado se dirigió al domicilio de su entonces pareja sobre las 3:30 horas de la madrugada.

Tras recibir una llamada de su chica, el encausado le dijo que iba para su casa, pues “sospechaba que pudiera encontrarse en su casa con otro hombre”.

Ella se negó y le colgó el teléfono, si bien el hombre, lejos de acatar la voluntad de su pareja, se personó en su domicilio y llamó al telefonillo. Su novia le dijo que no le iba a abrir y que se marchara, cosa que él no hizo, pues logró acceder al portal del bloque.

Entonces, prosigue la calificación fiscal, el procesado se personó en el piso de su novia. Dado que ella seguía sin abrirle la puerta, él comenzó a mandarle mensajes de Whatsapp en los que le pedía, una vez más, que le dejase entrar, propuesta que nuevamente fue rechazada por la mujer.

Molesto por la actitud de su novia, el acusado entró en el domicilio de ésta tras golpear la puerta. Acto seguido, fracturó la puerta del dormitorio en el que ella se había refugiado.

“Entró y se quedó tranquilo al verla sola”

“Entró y se quedó tranquilo al verla sola”, exponen las conclusiones de la Fiscalía. “Se sentó a su lado, momento que ella aprovechó para salir corriendo y avisar a la Policía”. Los agentes se personaron de inmediato y procedieron a la detención del encausado.

La calificación fiscal precisa que la pareja mantuvo una relación sentimental durante dos años aproximadamente, “una relación jalonada de altibajos” que se había reiniciado entre ambos tres semanas antes de los hechos que ahora se van a juzgar.

Además de la pena privativa de libertad, el fiscal del caso solicita que el acusado pague 795 euros por los daños ocasionados tanto en la puerta de entrada como en la puerta del dormitorio de la denunciante.

De otra parte, la defensa del acusado solicita su absolución por cuanto sostiene que el hombre acudió a la casa de su pareja después de que ella lo llamase asustada porque había escuchado ruidos en el domicilio. Una vez allí, pensó que ocurría algo extraño en el interior ante la negativa de su novia de permitirle el acceso; de ahí que echase la puerta abajo para cerciorarse de que ella se encontraba en bien.