El nuevo censo de personas sin hogar que ha realizado el Ayuntamiento de Cádiz, en colaboración con numerosas asociaciones de la ciudad, ha dejado algunos datos llamativos. Uno de ellos es que la medida de edad de las personas que se están en la calle sigue bajando y ha pasado de los 47,3 años de edad a los 43,2 actuales.

En ello tiene mucho que ver que ha crecido de manera exponencial el número de personas que tienen 18 años, es decir, gente que está en la calle apenas ha cumplido la mayoría de edad. De hecho, en el estudio que se ha presentado este martes en la Fundación Municipal de la Mujer, se ha incidido que las dos edades donde más se acumulan personas sin hogar son los 18 y los 49 años. Esto deja otra consecuencias y es que se produce una polarización en cuestión de las edades, es decir, hay sobre todo gente por debajo de los 29 años y por encima de los 64.

El estudio ha sido dado a conocer a las asociaciones que trabajan por las personas sin hogar por la concejala de Servicios Sociales, Helena Fernández, y ha sido desarrollado por uno de los técnicos municipales, Gabriel Robles. Este afirma que aunque en Cádiz es un poco menor que en otros sitios esta incidencia, pero ha resaltado que en los últimos años ha habido una oleada de menores inmigrantes que han ido cumpliendo la mayoría de edad y se han quedado en la calle.

En 2017 la edad mínima de las personas que se encontraban sin hogar era de 25 años cuando ahora ya se encuentra a gente de 18. Por arriba, sin embargo, permanece inalterable en los 68 años.

En lo que representa la juventud, eso hace también que haya un buen porcentaje, en total 42 personas, que llevan menos de 12 meses en la calle, por lo que Helena Fernández ha afirmado que las actuaciones que se hagan con ellos tienen una mayor posibilidad de éxito.

Hay otro dato que viene a incidir en una tendencia que ya salía en el último censo que se hizo en el año 2017 y es que hay cada vez más mujeres, ya que representan un 15,5% del total, cuando hace una década apenas representaba un 5%.

En el número, con respecto a lo que había hace dos años, el censo ha subido en cinco personas, ya que se se ha pasado de 98 a 103, aunque en general en esta última década ha estado más o menos estable en un centenar de media.

En cuanto a la procedencia, el estudio indica que se reparte a partes iguales entre los que son españoles y los de otras nacionalidades y, dentro de los de aquí, la mayoría son gaditanos que se han visto abocados a vivir en la calle. Si hay algo que abunda en el perfil es que es gente que tiene pocos estudios y formación.

Una de las principales causas, junto a los problemas familiares, para que una persona se vea si casa es la falta de trabajo. De los que están en Cádiz, hay un dato estremecedor y es que el 71% lleva más de cinco años desempleado.

A pesar de todas las dificultades por las que pasan, los voluntarios que han ido a hacer los cuestionarios en el mes de noviembre, también han dado una valoración subjetiva del aspecto físico que tienen y el entorno en el que se desempeñan. Uno de los datos es que casi el 48% presenta un aspecto bueno o muy bueno, por lo que tratan de hacer un esfuerzo por tener un mínimo de orden e higiene.

Una de las intervenciones que va a realizar de manera inminente el Ayuntamiento de Cádiz es la apertura del Centro de Baja Exigencia, que va a estar situado en un local encima de Calor en la Noche en el barrio de San Juan. Helena Fernández anunció que ya se ha adjudicado a la Fundación Atenea, y una vez que se ha firmado un decreto por parte del alcalde para no tener que esperar a la Junta de Gobierno, ahora tendrá que estar durante 15 días en el perfil de contratación por si hay reclamaciones. Una vez que se pase por ese trámite, ya sólo quedará la firma para la gestión de este local.

Además de ello, también afirma que eso viene acompañado de un mayor número de plazas en el albergue municipal y de unos equipos de calle que van a tener un contacto directo y más constante con las personas sin hogar.