Menos personas sin hogar, más empadronados sin techo. El último estudio realizado por el Ayuntamiento refleja que ha aumentado el número de personas sin hogar empadronadas en la ciudad, posiblemente "por las facilidades que hemos dado para que puedan hacerlo", destacaba ayer la concejal de Asuntos Sociales, Ana Fernández. En concreto, del 28% de las personas sin hogar empadronadas que había en 2015 se ha pasado este 2017 a un 44%.

"El dato es muy relevante porque estar empadronado significa que puede acceder a derechos como la educación, la atención social y puede que al más importante para este colectivo por su vulnerabilidad como es la atención médica primaria y la obtención de la tarjeta sanitaria, que es de lo que más nos preocupa ya que se trata de una población que puede presentar mayores niveles de deterioro físico por las condiciones de vida que soportan", explica Fernández.

El perfil de los Sin Techo sería el de un hombre de más de 48 años y de la provincia de CádizLa media de tiempo en desempleo de estas personas es de cuatro años y nueve meses

En el censo realizado se han entrevistado a un total de 98 personas sin hogar; cifra inferior al último dato del que disponía el Ayuntamiento -del año 2015- que cifraba los Sin Techo en 115. Cabe recordar que en 2013 se contabilizaron a 107 y en 2010 (cuando se realizó este censo por primera vez) sumaron 83 personas sin hogar.

El objetivo de este censo era cuádruple: cuantificar las personas que carecen de un techo, analizar sus variables sociodemográficas, conocer la trayectoria de las personas que integran este colectivo y su conocimiento y utilización de los recursos que hay disponibles; y estudiar sus condiciones de vida y, especialmente, su estado de salud.

La calle sigue siendo un 'hogar' preferentemente de hombres (8 de cada 10 personas), aunque la presencia femenina -como ya alertaba Cáritas Diocesana hace varias semanas- va en aumento, "habiendo pasado del 9,6% al 12,5%" entre 2015 y 2017, señala la concejal gaditana. La edad media de este centenar de Sin Techo supera los 48 años, estando la mitad de los encuestados entre los 45 y los 68 años de edad. Y la mayoría de estas personas son españoles, sobre todo de la provincia gaditana. Aunque Ana Fernández matiza que "más de la mitad no contestaron sobre su lugar de procedencia, aspecto que también hay que tener en cuenta".

El empleo, evidentemente, es un problema acuciado para este colectivo. El estudio municipal pone de manifiesto que la media de tiempo que acumulan en el paro estas personas es nada menos que de cuatro años y nueve meses. Un 71% de los encuestados lleva más de un año en el paro y un 16,5% más de ocho años. A esto se suma el período de permanencia en la calle, cuya media es de 3 años y 5 meses, aunque el mayor número de Sin Techo llevan más de una década en esta situación.

¿Y qué lleva a una persona a verse en la calle literalmente? Según los datos recabados, el 26% está en esta situación por problemas familiares, frente a un 23,5% que lo está por falta de empleo. Datos que invierten la tendencia respecto a 2015, cuando un 38% achacaba su situación al desempleo y un 29% a problemas familiares. Además, la concejal también señala la "combinación de adicciones" entre los motivos.

El conocimiento de los recursos se centra, sobre todo, en los de alojamiento y manutención; y el uso básicamente en los albergues y comedores, liderando estos recursos el Centro de Acogida Municipal (que utiliza un 28,6% de los Sin Techo) y el comedor Valvanuz (donde acude el 36,7% de los encuestados).