"Somos como los inmigrantes de los 60"

"Aquí no había ninguna oportunidad, además de la mala valoración que tiene la Enfermería en nuestro país, así que he optado por aprovechar esta oportunidad. Sin dudarlo". Elena tiene 24 años. Viene de Granada y antes de quedarse en casa con los brazos cruzados, desesperada buscando un trabajo de lo que ella ha estudiado, ha dado el paso de marchase a Alemania, donde le espera un empleo seguro al menos durante los dos próximos años, y una oportunidad de futuro que, hoy por hoy, no tiene en España.

Elena habla con este diario en la sede de la Cámara de Comercio de Cádiz, donde en las últimas semana ha estado formándose, en el idioma y en la cultura alemana, antes de partir con sus compañeros rumbo a Leipzig. Junto a ella están Gema (Cádiz, 26 años), Cristina (Albacete, 23), Virginia (Lebrija, 24), Pedro (Jaén, 29) y Julio (El Puerto de Santa María, 26). Todos licenciados en Enfermería y que junto a una veintena más de compañeros, con edades comprendidas entre los 22 y los 30 años, partirán hacia Alemania, en una primera tanda, el próximo viernes, donde encontrarán el trabajo que no han podido conseguir en España.

"Somos como los emigrantes de los años sesenta", comenta Julio (cuyo hermano mellizo, ingeniero, ya reside en Estados Unidos), que coincide con el resto de sus compañeros sobre la visión pesimista de nuestro país, especialmente criticada por Cristina que evidencia una realidad: "En España se gastan un dinero en nuestra formación y no se aprovechan de ello", a lo que se une la privatización de centros sanitarios públicos "degradando aún más la situación laboral de nuestro colectivo", como constata Pedro, el único que ya contaba con un trabajo de enfermero en Jaén pero muy precario.

Las semanas que han pasado en Cádiz aprendiendo alemán y la vida en este país les ha unido "como si fuera un programa de televisión". Todos ellos seguirán conviviendo juntos, en varias casas, durante los próximos cuatro meses en los que, ya en Alemanía, seguirá su aprendizaje antes de marcharse al hospital al que estén asignados. Todos elogian la posibilidad de elegir centro atendiendo a su especialidad. "Saben valorar nuestro trabajo y la experiencia de cada uno", comenta Pedro, que será el único que se lleve a su pareja por lo que no descarta seguir en Alemania una vez concluido el plazo inicial de dos años que fija el contrato que han firmado. En todo caso, la mayoría espera retornar a su tierra "siempre que sea para seguir trabajando de enfermeros", aunque Cristina, que vino desde Albacete para participar en el programa, asume que "me voy con la mentalidad de estar como mínimo cinco años porque no creo que antes la cosa vaya a mejorar aquí".

Que hayan podido aprender alemán, lengua que todos desconocían, y que allí cuenten inicialmente con un guía les da confianza. En su conversación con este diario alguno teme que se pueda producir alguna actitud xenófoga por parte de los alemanes. "Nos van a tratar bien porque saben que estamos mejor preparados que sus enfermeros", tranquiliza Gema. Eso sí, tienen bien aprendido cómo es el carácter germano. El carácter y la gastronomía, el clima, los horarios y, también, la existencia o no allí donde van a ir de discotecas.