La historia de Cádiz contada con sencillez y profundidad

No por conocida, aunque no en toda su extensión, la historia más reciente de Cádiz suele ser un tema que apasiona a los gaditanos porque les ayuda a mantener en pie los recuerdos propios y a dotar de armazón y credibilidad a la memoria colectiva que nuestros antepasados fueron forjando mientras contaban hechos y retrataban con palabras personajes públicos y particulares, también anónimos, que un día ayudaron a escribir la historia de esta ciudad. Y si alguien ha sabido, a modo de antiguo cronista, relatar con sencillez pero con profundidad los hechos y personajes más significativos del pasado más reciente de Cádiz ha sido José María Otero Lacave, que ahora agrupa en un libro, titulado 132 historias de Cádiz, una selección de los artículos que ha ido publicando en Diario de Cádiz durante los últimos cinco años.

José María Otero (Cádiz, 1955) ha sido coronel, ya retirado, del cuerpo jurídico de la Armada, abogado y profesor en la Facultad de Derecho de Jerez y en la de Ciencias Económicas de Cádiz, ambas pertenecientes a la UCA. Además, ha sido durante varios años el responsable de la página de Efemérides de este periódico y, por tanto, un profundo conocedor de los tomos que cobijan, debidamente encuadernados, los casi 158 años de historia de Diario de Cádiz.

Desde esa privilegiada atalaya, José María Otero ha sido capaz de atisbar con el catalejo de la historia aquellos hechos y personajes más significativos del pasado más reciente de Cádiz, y de esa observación han salido muchas de estas 132 historias que ha ido publicando en estas páginas durante los últimos cinco años y que ahora agrupa en el libro editado por Páginas del Sur y que cuenta con prólogo de Pepe Joly Palomino. En este punto, agradece Otero Lacave la ayuda que ha encontrado en las personas de Diego Joly, responsable de la hemeroteca del Diario; Curro Orgambides, colaborador taurino de este medio y que ha firmado con él otras publicaciones; Juan Torres, con el que comparte gusto por la investigación y por el contenido de la hemeroteca, y Nieves Martínez y Lorena Bouza, secretarias de este periódico. El libro cuenta también con la colaboración del Ayuntamiento de Cádiz y la Diputación Provincial.

“Muchas de las historias que se cuentan en el libro han surgido del trabajo en la hemeroteca del Diario, al igual que las fotografías que ilustran los textos. Otras, sin embargo, provienen de libros de la biblioteca de la Fundación Federico Joly o de mi propia cosecha, de mi conocimiento. En todos los casos, cada historia está contrastada, ampliada e investigada”, explica José María Otero.

El autor señala también las claves e intenciones de sus relatos que ahora se ofrecen agrupados en un tomo de más de 400 páginas: “La idea que yo he tenido siempre es la de contar una serie de anécdotas, de historias, de una manera entretenida, amena, sencilla. Ni hay temas profundos, complicados o polémicos. No es ese el objetivo”.

Pero la sencillez de los artículos, tanto en la forma como en el fondo, no les exime de contar con esa profundidad que da el conocimiento de la historia de Cádiz y, sobre todo, el profundo acercamiento a los personajes que fueron construyendo esa historia. Porque los artículos, y ahí está la profundidad, están perfectamente situados en su época, en su contexto. Así, por las páginas de 132 historias de Cádiz desfilan los nombres, entre otros muchos, de Segismundo Moret, Cayetano del Toro, Ramón de Carranza, Pemán, Fermín Salvochea, Castelar, Falla... Al tiempo que se recuerda la relación de Cádiz con Alfonso XIII, asiduo visitante de la ciudad porque pasaba temporadas en Sevilla, o del jerezano Miguel Primo de Rivera.

La temática es, también, muy variada. Junto a historias conocidas y que anidan en la memoria de muchos gaditanos, hay otras “desconocidas” que José María Otero destaca por su curiosidad. Como el verdugo que no pudo ejecutar al reo, mediante el garrote vil, porque le fallaron las fuerzas a la hora de apretar el aparato ejecutor debido a la borrachera que llevaba. La cruel anécdota, eso sí, sirvió para que el ajusticiado fuera indultado por la autoridad. O el miedo con el que Cádiz vivió la guerra con Estados Unidos, temerosos todos de que la ciudad fuera la primera en ser bombardeada por los yanquis cuando iniciaran la invasión de España. Aquel miedo hizo al alcalde de la época, Ramón de Santacruz, apagar las luces de Cádiz para confundir al enemigo.

El libro, que alumbra estas y otras 130 historias más, será presentado mañana viernes, 25 de abril, a las 13.00 horas en la Fundación Cajasol, en la plaza de San Antonio. Ignacio Casas de Ciria será el encargado de introducir un acto que conducirá Pablo Durio, redactor jefe de Diario de Cádiz.