El solemne funeral de Estado por el alma de don Juan de Borbón y Battemberg, padre del Rey don Juan Carlos, congregó ayer en el monasterio de El Escorial a los representantes de las más altas instancias del Estado y las principales dinastías reales. La ceremonia puso fin a los siete días de luto nacional.

Los Reyes de España presidieron la ceremonia junto al altar mayor, en unión del Príncipe de Asturias y las infantas. En lugar destacado se encontraba doña María de las Mercedes Borbón, esposa de don Juan y madre del Rey, que no pudo contener el llanto cuando el arzobispo de Madrid, Ángel Suquía, recordó la figura del fallecido.

Entre los asistentes se encontraba el príncipe de Gales, los reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola, los grandes duques de Luxemburgo y el príncipe de Marruecos.

Terminada la ceremonia, los miembros de las familias reales acudieron al Palacio Real para un almuerzo.