El Global Mercy sigue a las puertas de Navantia Cádiz a la espera de ser atendido

Más paciencia que el santo Job está demostrando el Global Mercy, que este lunes se mantiene amarrado a los bolardos del Muelle Marqués de Comillas del puerto de Cádiz a la espera de recibir una llamada para encender de nuevo sus motores y poner rumbo a la bocana de entrada a la zona de dominio de Navantia, y más concretamente a su factoría de reparaciones de la capital.

Acumula ya varios días y fue a mitad de la semana pasada cuando, casi por sorpresa, aparecía en la dársena comercial del puerto de Cádiz.

Todo parecía apuntar a que su llegada a puerto significaría que horas después entraría en Navantia para iniciar los 42 días contratados con el gigante de la construcción naval, pero no fue así. En un principio, con parte de su tripulación se instaló en el Muelle Marqués de Comillas y ahí permanecía aún esta mañana de lunes sin saber realmente cuándo iba a poder acceder al astillero.

El retraso en la entrada de un crucero en dique se traduce rápidamente en pérdidas económicas porque el "timing" está montado de tal modo que el calendario hay que respetarlo de manera milimétrica. Sale de Cádiz tal día a tal hora de manera que se traslada a tal puerto donde ya le esperan cientos o miles de cruceristas con sus floreadas indumentarias y dispuestos a que alguien les quite las maletas y no volverlas a ver hasta su entrada en el buque al inicio de su trayecto y de sus vacaciones en el mar.

Si algo falla en Navantia y se llega a producir algún retraso rápidamente se traduce en pérdidas económicas y penalizaciones al astillero, dependiendo, por supuesto, de las causas que hayan podido motivar el susodicho retraso. Es evidente que no es lo mismo que hayan sido los factores climatológicos los que hayan provocado los retrasos que cualquier problema laboral o falta de material se lo que provoque el retraso en su salida de Navantia y su vuelta a la vida normal.

Pero es distinto el caso del Global Mercy. Su retraso se traduce incluso en pérdidas de vidas humanas, a sabida cuenta de que este buque es, ni más ni menos, que el hospital flotante más grande del mundo. Sus pasajeros son, en su gran mayoría personal sanitario que van trasladándose a los principales puntos calientes del planeta para ofrecer un servicio solidario y donar su sabiduría y sus manos para sanar a muchas poblaciones del planeta que carecen de cualquier tipo de atención sanitaria.

Como ejemplo, decir que a bordo del barco-hospital Global Mercy se han realizado más de 4.400 intervenciones quirúrgicas que han cambiado vidas. Estas cirugías van desde extirpaciones de tumores hasta reparaciones de labio leporino, según información de Forbes España. En su estancia en Sierra Leona, concretamente al puerto de Freetown, se realizaron alrededor de dos mil cirugías gratuitas, además de formar a más de 145 profesionales sanitarios.

De ahí que su amarre en Cádiz no debería verse obstaculizado y ningún tipo de conflicto laboral debería perjudicar la puesta a punto de este barco solidario que debe ser recibido, a la vista de su cometido, siempre con alfombras rojas a la vista de que son todo un ejemplo de solidaridad.

Aún así, nadie es capaz aún de asegurar el día exacto en el que el Global Mercy pueda entrar en la factoría gaditana de Navantia, sobre todo por motivos de seguridad para que el conflicto no ponga en peligro la integridad tanto del buque como de la tripulación que viaja a bordo cumpliendo sus labores solidarias y sanitarias.

En principio, si la cosa no cambia a la vista de la situación del conflicto laboral vivida en Cádiz, el Global Mercy permanecerá durante 42 días en Cádiz. Durante su estancia en la factoría gaditana, según fuentes del comité de empresa de Cádiz, el barco no viene con muchos trabajos pendientes aunque sí, es cierto, que viene por un periodo de tiempo largo.

En principio se va a instalar una grúa en la cubierta 12, se le van a montar e instalar dos nuevas escalas reales, se van a sustituir una serie de ánodos (Los ánodos de barcos, también conocidos como ánodos galvánicos o ánodos de sacrificio para barcos, son elementos importantes para proteger de la corrosión electroquímica a los componentes metálicos de una embarcación. Fuente: https://www.svb-marine.es ) y recibirá una serie de tratamientos de pintura en el casco del buque así como la aplicación de una pintura especial para sus cocinas y nuevo pavimento para esas mismas estancias, así como el cambio de buena parte del mobiliario perteneciente a la parte hotel del Global Mercy.

En principio parece que el premontaje de la grúa se hará inicialmente en muelle y posteriormente el barco será trasladado a dique.

Todas esta operación de este buque solidario se llevarán a cabo, una parte en Muelle y otra parte en dique. Parece que el premontaje de la grúa se hará inicialmente en muelle y ya, después, se llevará el buque a dique 2.

Pero, de momento, es hablar por hablar, hasta los pequeños disturbios que aún están teniendo lugar en las distintas factorías lleguen a su fin, o bien, sean capaces de establecer una tregua, también solidaria, para que el Global Mercy pueda pasar lo antes posible por los boxes gaditanos y pueda volver pronto a retomar su labor solidaria y sanitaria que tantas vidas están salvando en zonas del mundo en las que la vida no es tan fácil ni los problemas reales son si un convenio laboral sube un 2, un 3 o un 4%.