Un gaditano, entre los dos mejores científicos de datos del mundo

El matemático José Antonio Guerrero (Cádiz, 1961) ha estado durante casi un mes en el primer puesto del ranking de Kaggle, la plataforma de referencia para los científicos de datos de todo el mundo, que actualmente cuenta con más de 130.000 miembros entre matemáticos, ingenieros, físicos, economistas, estudiantes y una gran representación de muchas otras profesiones.

"Estar en una posición destacada en este ranking es un gran reconocimiento al esfuerzo que he realizado durante mi carrera", expresa este gaditano que trabaja como técnico en el Servicio de Documentación Clínica del Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla.

Para que podamos hacernos una idea de la relevancia del ranking de Kaggle, Guerrero comenta que hay universidades que requieren para aprobar determinadas asignaturas la participación en algunos de los retos que propone esta plataforma y ponderan incluso el 30 % de la nota a los resultados. También hay empresas que valoran en sus ofertas de trabajo una buena posición o que incluso vinculan una oferta de trabajo a quedar en primer lugar en alguno de los retos.

José A. Guerrero explica que en esta plataforma, "se presentan retos científicos por parte de empresas y universidades, se facilitan las bases de datos y se establecen unas reglas del juego, que normalmente vienen dadas por una fórmula que expresa el error que un modelo matemático comete al intentar predecir unos datos. Con esos ingredientes y durante un plazo de dos o tres meses, se trabaja para obtener los mejores resultados. Los mejores modelos son recompensados, bien económicamente o en reuniones científicas. Cada uno de estos retos conlleva también una puntuación en función del número total de participantes y de la posición que ocupen los modelos".

De esta manera, el ranking general se va actualizando con frecuencia. Es muy cambiante, "ya que nuevos retos y proyectos van surgiendo todos los meses y, además, los puntos se van devaluando con el tiempo", indica el matemático gaditano que precisamente el pasado lunes, tras acabar uno de los retos que propone kaggle.com, fue desplazado a la segunda posición del ranking.

Al preguntarle por los españoles que se encuentran en esta plataforma, Guerrero afirma que no hay muchos, "pero hay un grupo con unos perfiles profesionales excelentes. Entre los cien primeros estamos cuatro. Los países asiáticos y los Estados Unidos son los colectivos mayoritarios".

Relata que conoció Kaggle "hace unos tres años a través de una noticia sobre un proveedor de servicios sanitarios de Estados Unidos, que iba a promover un modelo matemático que sirviese para predecir las necesidades sanitarias de los ciudadanos a partir de información de datos previos en su historia clínica. A ese reto acudieron más de 1.300 equipos de investigadores de todo el mundo, empresas especializadas, departamentos de universidades o profesionales del sector. Tras unos meses de trabajo, mis modelos en dicho reto finalizaron en tercera posición".

Desde entonces, ha participado elaborando varios modelos. Unos relacionados con empresas farmacéuticas, otros con empresas de seguros, del sector salud y viajes. "En realidad, cualquier negocio y cualquier sector tiene información susceptible de ser utilizada para mejorarlo. En el campo académico, también se plantean retos muy interesantes", apunta.

Entre los intereses actuales de este científico se encuentran el procesamiento de imágenes y la interpretación del lenguaje natural. También "el desarrollo de algoritmos que sean capaces de leer un informe clínico, por ejemplo, y extraer no sólo información, sino conocimiento a partir de él". Asegura que esto "supondrán un punto de inflexión".

José Antonio Guerrero destaca en Matemáticas desde pequeño. Recuerda que empezó a estudiar en la Sagrada Familia, en la calle Sagasta, y allí una monja mayor llamada Sor Rosalía le enseñó a dividir en 1º de EGB. Luego pasó a La Salle Mirandilla, donde cuenta que "de vez en cuando venía un hermano recorriendo los colegios, el Hermano Visitador. Hacía en las clases competiciones de cálculo mental y daba caramelos a los que íbamos acertando. A mí lo del cálculo se me daba bien, pero los caramelos que me daba no me gustaban, eran bolas de colores con sabor a anís, así que las repartía con los compañeros". Después pasó a La Salle Viña, donde conoció a su mujer en el primer año con COU mixto del colegio. "En La Viña teníamos un buen equipo de ajedrez en aquella época, que mantenía siempre un mano a mano con el equipo del Colegio Valcárcel en todos los campeonatos", rememora.

Con 18 años se fue a Sevilla a estudiar Matemáticas y desde entonces trabaja allí. Ha dado clases en la Facultad de Matemáticas, ha sido tutor en la UNED y ha trabajado la mayoría del tiempo en la sanidad pública, como bioestadístico, técnico y subdirector de hospital.