Dos fincas singulares en el ecuador de los pisos juveniles

Son dos fincas situadas en Santa María, ambas singulares: la primera, porque aprovecha al milímetro un exigua esquina de la plaza de la Merced. La segunda, porque es la primera que entrega Procasa que cumple con el Código Técnico de la Edificación al completo.

La empresa municipal ha adjudicado, de momento, 150 viviendas en las tres fases sorteadas de su programa para jóvenes. De estas viviendas, ha entregado 65; con las dos fincas que se entregarán en otoño (doce pisos), se superará el ecuador del programa de entregas. Otras 53 viviendas están en obras actualmente, y las otras veinte, en proyecto. En septiembre se abrirá el plazo de solicitud para una cuarta fase.

En la finca de la calle Gabriela Ortega (antigua Cantavieja) sólo caben dos pisos y un local. Es un solar minúsculo, de 72 metros local y con la peculiaridad de que una parte es sólo un estrecho pasillo. Aun así, el diseño del arquitecto Fabián Cruz, ejecutado por la empresa Yatécnicas por 170.960 euros, ha conseguido aprovechar al máximo el espacio, hasta el punto de que cada una de las dos viviendas tienen un tendedero particular.

Los pisos tienen dos dormitorios, baño, una cocina americana y un salón que, al hacer esquina, cuenta con dos ventanas. Unas ventanas en las que, en lugar de rejas se ha colocado cristal blindado. Para acceder a los tendederos individuales hay que subir un tramo de escalera, y arriba, en la azotea, están ya colocadas las dos placas solares.

Botica, 27 es mucho más amplia. Desde el patio se observa una entreplanta a la que es imposible acceder desde la escalera; el motivo es que en ese espacio están las plantas (inferiores o superiores, según el caso) de los cinco dúplex. La casa cuenta con diez pisos y cinco de ellos corresponden a esta tipología, tres son de un dormitorio y dos de dos. De los pisos, tres tienen dos dormitorios y dos, dos.

Desde Procasa se explica que se trata de una promoción mimada, en la que el arquitecto Manuel Ayllón ha querido introducir un aire acorde con la edad de los adjudicatarios con dúplex que crean altos techos en los salones y dormitorios que miran hacia ellos. La construcción ha sido realizada por la empresa Sanrocón y ha costado 658.258,27 euros. Tiene otra peculiaridad más: será la primera obra de Procasa, y seguramente también de toda la ciudad, que cumple con el texto al completo del Código Técnico, que ha ido entrando en vigor por capítulos. Así, además de las placas solares cuenta con protección contra el ruido y un sistema de ventilación que hará que la casa respire aunque esté cerrada: hay unos respiraderos con filtro sobre las ventanas de salones y dormitorios. El aire debe circular hacia cocinas y cuartos de baño -por lo que hay respiraderos en la parte inferior de las puertas- y salir al exterior por medio de extractores. Éstos cuentan con un motor para toda la casa situado en una de las chimeneas de la azotea, que está funcionando día y noche. Construir así cuesta 6.000 euros más por vivienda, pero evita los frecuentes problemas por humedades y falta de ventilación.

El teniente de alcaldesa y presidente de Procasa, Juan José Ortiz, destacó que se está "aprovechando hasta el último recurso disponible para responder a las necesidades de vivienda de los jóvenes" y que el programa sigue en septiembre con la cuarta fase.