Huelga por la igualdad

“No es una fiesta, es una revolución”

  • Unas 10.000 personas participan en la multitudinaria manifestación que cerraba un día lleno de actos con motivo de la huelga feminista

La manifestación en Cádiz ha sido multitudinaria.

La manifestación en Cádiz ha sido multitudinaria. / Lourdes de Vicente

“No es una fiesta, es una revolución”. Una marea morada ha recorrido este viernes desde la plaza de Asdrúbal hasta la plaza de la Catedral en el acto central de la huelga feminista. Unas 10.000 personas, según la fuentes policiales, en un dato que recuerda a los buenos tiempos de Astilleros.

Muchas reivindicaciones en una jornada teñida por el morado, el que llevaban muchas mujeres en sus camisetas y también en sus pelucas pero, sobre todo, en el grito de sus demandas. Morado también simbólico, como el que se ha puesto en la fuente de la plaza de Sevilla, en la fachada de la Subdelegación del Gobierno o en el puente de la Constitución de 1812. Había muchas mujeres, la gran mayoría, pero también hombres que hacen suyas las reivindicaciones feministas. Y también disfraces, muchos de ellos de imágenes estereotipadas de mujeres apartadas de la sociedad, como por ejemplo las que iban vestidas de la serie ‘El cuento de la criada’.

Era la manifestación de la capital gaditana pero han venido también de Sanlúcar o Chiclana entre otras localidades, tal y como se podía leer en las pancartas.

La plaza de la Catedral ha sido el gran punto de concentración que ponía el punto y final a una jornada que los organizadores decían que a nivel nacional había superado en un millón y medio de personas a la que hubo en 2018.

Distintas mujeres pertenecientes a las distintas comisiones del 8-M de Cádiz han leído un comunicado que venía a resumir el sentir y los lemas que trataron de lanzar a lo largo de todo el día y es que su jornada diaria está “llena de desigualdades”. Hubo peticiones, como que se desarrolle un protocolo “real y efectivo” sobre acoso sexual en las aulas y en los pasillos en los centros de enseñanza.

Se ha hablado de desigualdad salarial, de techos de cristal, del peso de la mujer en los cuidados de los dependientes y, por supuesto, de violencia machista: “El machismo mata, nos queremos vivas”.

Por la mañana, cientos de personas, en su gran mayoría mujeres, permanecieron concentradas en la plaza del Palillero. En este lugar ha habido caceroladas, se ha puesto un cordel con numerosos mensajes feministas y anti machistas, como “no estamos todas, faltan las asesinadas” o “no somos mujeres libres mientras siga habiendo mujeres sometidas” y en pleno carnaval, también se ha echado mano de las coplas y se ha cantado en varias ocasiones el famoso pasodoble de Manolo Santander que es el himno oficioso del Cádiz, pero con la letra adaptada al día y que, por supuesto, comenzaba con el “Me han dicho que el violeta”...

Otra de las actividades que se ha realizado es una performance donde se ha tratado de visibilizar la “situación de acoso” que sufren la mujeres que trabajan en la recogida de la fresa y, posteriormente, ha habido una asamblea donde han intervenido toda suerte de colectivos que han respaldado esta jornada reivindicativa como las mareas de pensionistas y la blanca o la Asociación Afedu entre otros.

Igualmente, por allí hubo presencia política como Ángela Aguilera, parlamentaria andaluza de Podemos, y la propia Ana Camelo, concejala de la Mujer en el Ayuntamiento de Cádiz.

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