La rentabilidad bruta de la compra de una vivienda para ponerla en el mercado del alquiler creció ligeramente durante el primer trimestre hasta el 7,6%, o al menos así era hasta el inicio de la pandemia, según datos del portal inmobiliario Idealista, que apunta que hace un año la tasa se situaba en el 7,5%.

El estudio realizado por esta empresa destaca además que la rentabilidad obtenida multiplica por 8, en el peor de los casos, las tasas que ofrecen los Bonos del Estado a 10 años.

El estudio relaciona los precios de venta y alquiler de distintos productos inmobiliarios para calcular su rentabilidad bruta. Destaca también que las oficinas se mantienen como la inversión inmobiliaria más rentable, ya que comprar una para alquilarla ofrece una rentabilidad bruta del 9,6%, frente al 9,2% que daban hace un año.

Los locales ofrecen un rendimiento del 9%, cuando hace un año era del 8,5%, y en el caso de los garajes la rentabilidad se ha situado en el 6,6%, frente al 6,8% de hace 12 meses.

En cuanto a la rentabilidad de la vivienda entre las capitales españolas, Cádiz se sitúa en el grupo de las que son menos rentables estas operaciones inmobiliarias, pues apenas llega al 4,8%, superando únicamente a San Sebastián, Orense y La Coruña.

Lérida es la que resulta más rentable, con un 7,8%. Le siguen Murcia (7,5%), Huelva (7,3%), Castellón de la Plana (6,8%) y Santa Cruz de Tenerife (6,7%). En Barcelona la rentabilidad se ha quedado en el 5%, mientras que en Madrid se ha situado en 5,2%.

Junto a Cádiz, en la cola de la rentabilidad se encuentran San Sebastián (3,8%), Orense (4,5%) y La Coruña (4,7%).

En los últimos años en Cádiz ha visto incrementarse los pisos turísticos, en más de un millar, como fórmula de ingreso superior al alquiler habitual. A la vez, el Ayuntamiento ha puesto en marcha medidas de apoyo al sector para permitir el acceso a los pisos de alquiler, muy caros en Cádiz, a familias con menos recursos ya que muchos propietarios optan por no poner sus casas en el mercado ante la falta de seguridad en el cobro de la renta.

De su lado, los locales son el producto que mayor rentabilidad tiene en casi todas las capitales, obteniéndose el mayor retorno en Lugo (12,4%). Le siguen las rentabilidades de Oviedo (11%), Huelva (10,2%), Ávila (9,9%) y Sevilla (9,6%).

A continuación, se sitúan las ciudades de Zaragoza (9,5%), Huesca (9,2%) y Tarragona (9,1%). En Barcelona la tasa está situada en el 8,4%, mientras que en Madrid baja hasta el 8,3%. Segovia ofrece los locales con menor atractivo para el inversor (6,6%), seguida por A Coruña (6,8%), Albacete (7%) y Castellón de la Plana (7%).

Cádiz tampoco sale bien parada en este grupo pues la rentabilidad se sitúa en el 7,5%, algo que puede extrañar habida cuenta del elevado precio que tiene el metro cuadrado de locales comerciales en la ciudad, hasta el punto que calles como Columela demandan precios que se encuentran entre los más caros del país.

Como ejemplo, el grupo Inditex ha anunciado su salida de esta calle de las tiendas de Zara al considerar que el precio que debe pagar mensualmente por el edificio donde se ubicasdo es muyu caro.

Respecto a las oficinas, las de Sevilla presentan el retorno más jugoso de entre las capitales, con un 10,7% de rentabilidad bruta, seguida por Burgos (8,3%), Alicante (8,1%) y Almería (8%).

En Madrid la rentabilidad asciende al 6,9%, mientras que en Barcelona baja hasta el 6,7%. En el lado opuesto se sitúan las rentabilidades de A Coruña (5,6%), Valencia (5,8%), Bilbao (6%), Palma (6,1%) y Murcia (6,1%).

En todo caso, Idealista explica que el mercado de oficinas no es tan uniforme como el de otros productos, por lo que resulta imposible obtener datos estadísticos de más de la mitad de capitales españolas, entre las que se encuentra Cádiz.

Por último, los garajes son, en contraposición, el producto menos rentable para el inversor en muchas capitales. La mayor rentabilidad se obtiene en Ávila (8,4%), seguida por Burgos (8,3%) y Castellón (7,4%). En Barcelona es del 6,3% y en Madrid del 5,1%. En Cádiz se sitúa en apenas el 4,1%, aunque también es cierto, como pasa con los locales y la propias vivienda, que es un producto muy preciado ante la falta de estacionamientos que tiene la ciudad.