Cádiz es la única capital andaluza donde no existe una estación de autobuses interurbanos, y tal vez lo sea de todo el país. El casi monopolio ejercido históricamente por la empresa Comes convirtió a sus dependencias en la plaza de la Hispanidad en la estación de autobuses de la ciudad, aunque el resto de empresas estaban obligadas a utilizar la calle para la recogida de pasajeros en sus líneas particulares.

Las posibilidades que se abrían en la remodelación integral de la Plaza de Sevilla pusieron sobre la mesa la opción de construir una estación para los interurbanos, que finalmente se pintó en una pastilla cercana a la rotonda que hoy da acceso al parque de bomberos.

Dentro del reparto de responsabilidades a la hora de sacar adelante este Plan, la Consejería de Obras Públicas asumió este proyecto. En junio de 2010 se eligió el diseño para el nuevo equipamiento elaborado por el arquitecto gaditano Rafael Lucas Ruiz. El edificio tendría 160 metros de fachada, con andenes para 16 autobuses de 15 metros de longitud. Todo el exterior será acristalado. La inversión prevista se elevaba a 5 millones de euros. La idea era tener lista la estación a principios de 2012, aún cuando la nueva avenida de Astilleros no estuviese lista.

Todo estaba a punto para proceder a la adjudicación de las obras cuando la Consejería se topó de bruces con la crisis económica y con la paralización de todos los proyectos que no estuviesen ya en marcha. En la comisión de seguimiento del Plan Plaza de Sevilla, celebrada en noviembre de 2012, la Junta ya dejó claro que no había dinero para esta operación. Mientras, el Ayuntamiento presiona ante la administración regional para que o bien se construya este edificio o bien se habilite una estación provisional en la misma avenida de Astilleros. Quiere el gobierno local quitar ya los andenes que funcionan como precaria estación junto a la Cuesta de las Calesas, a fin de construir el parque urbano allí previsto. De nuevo, sin embargo, nos topamos con la falta de dinero y el problema de convertir en eterna la provisionalidad de la estación.