Educación

“Si tenemos que elegir entre salud y educación, vamos a elegir la primera”

  • Marián Gil, presidenta de Flampa Gades, se muestra muy crítica con el decálogo de la Junta

Una niña carga con su mochila al hombro

Una niña carga con su mochila al hombro / Román Ríos

“Si tenemos que elegir entre salud y educación, vamos a elegir siempre la salud de nuestros hijos pese a las amenazas del consejero Imbroda”. Marián Gil es la directora de la Flampa Gades, la federación que engloba a las asociaciones de madres y padres de los alumnados de los distintos centros en la capital gaditana y se muestra así de rotunda ante el anuncio por parte de la consejero de Educación, Javier Imbroda, de aplicar el protocolo de absentismo si los alumnos faltan a clase por miedo al virus.

Maríán Gil ha mostrado su desacuerdo con varios de los puntos que se incluyen en el decálogo que se ha enviado desde la Consejería a los centros públicos para afrontar el regreso a clase.

Gil señala que “estamos a favor de que los niños y niñas regresen a las aulas porque, entre otras muchas cosas, también es muy importante en su educación la sociabilización, pero la prioridad es que lo puedan hacer de una manera segura”. A su juicio, ahora mismo no se dan esas condiciones “porque el 13 de marzo se cerraron los colegios e institutos y se está a punto de volver con la misma situación. Han tenido seis meses para trabajar y solventar el problema y no se ha hecho”.

La presidenta de Flampa-Gades señala que “en el decálogo se dice que también somos responsables” de todo el protocolo y” lo que realmente quiere la Junta es que tengamos una responsabilidad compartida de sus irregularidades”.

Una de las posibilidades que se baraja es que los colegios y los institutos puedan dar clases por las tardes. Marián Gil sí cree que puede ser una buena solución “porque lo importante es no masificar las aulas”. La duda que tiene la representante de los progenitores es “que para eso se necesita dinero y no sé si la Junta de Andalucía está dispuesta a invertir el dinero que se requiere”.

Otro de los puntos del decálogo que Marián Gil cree que se incumple es la de que el consejero está abierto al diálogo “porque no nos ha llamado para preguntarnos nada. Hay muchas familias que están preocupadas porque no saben qué va a ocurrir en el inicio del curso y, a día de hoy, no hay nada claro”.

Eso sí, avisa que al igual que hicieron los directores de los distintos centros cuando protestaron hace algunas semanas, los padres y madres de alumnos tampoco “nos vamos a quedar quietos y vamos a ir donde sea necesario”. Marián Gil no entiende que se hable de diálogo “pero después se toman las decisiones unilateralmente”.

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