Cádiz

Todo tiene su día

  • El calendario oficial de fechas conmemorativas llena el calendario de 2016, trufado también de celebraciones oficiosas de todo tipo.

Por muy risible que pudiera parecer, este año 2016 volverá a tener un Día Mundial del Retrete. No es una excentricidad ni una broma de mal gusto propia de redes sociales o corrientes alternativas. Muy al contrario, es una jornada que se celebra el 19 de noviembre, y que fue instituida por una organización de tanto prestigio como Unicef para recordar la importancia para la salud de los pueblos de contar con una buena red de saneamientos y de acceso al agua potable. 

Pero sí, además de los ‘días internacionales’ o ‘días mundiales’ repartidos por decenas en el calendario anual con un fin noble, serio o altruista, o simplemente recordatorio de las numerosas cosas que nos faltan por mejorar a los humanos, existen esas otras jornadas cuyo único fin es el de la celebración, más o menos jocosa, más o menos absurda o más o menos loca de la vida.

 

No es el día del retrete el ejemplo, pero sí otros como el de Star Wars, el 4 de mayo, que los millones de fans de la saga cinematográfica aprovechan para conmemorar su afición desmedida por el mundo de los jedis y el lado oscuro. En el mundo oficial, la llegada de estas fechas que sirven para recordar las tareas pendientes se anuncia con tiempo y, en su momento son objeto de extensos reportajes, manifestaciones y presentación de descubrimientos. Son tan necesarias como la vida: los derechos humanos, la mujer trabajadora, contra el cáncer, contra la mutilación genital femenina, por la seguridad y salud en el trabajo, por la justicia social, la democracia, el idioma español...

 

Dispersos por el almanaque (y aquí los recordamos para facilitar la tarea a quien quiera preparar su fecha), la distribución de los días oficiales no parece responder a ningún plan preconcebido, pero sí a una cierta lógica de los ciclos humanos. Así vemos que los organismos internacionales parecen especialmente perezosos a la hora de comenzar el año. Sólo siete fechas en enero y 9 en febrero están dedicadas a llamar la atención sobre un determinado asunto o problema. La actividad sube conforme avanza la primavera hasta alcanzar su cénit en junio (21 días mundiales), pero las vacaciones de verano vuelven a dejarlos en nueve durante el mes de agosto. El fin del periodo estival alerta las conciencias de nuevo, y el comienzo del curso en octubre agolpa hasta 25 celebraciones en este mes. Ahí las tienen ustedes, en el gráfico de la derecha. 

 

Casi no queda un día libre, pero diferentes colectivos, más o menos organizados, se han apresurado a llenar estos huecos con ocurrencias y así, por ejemplo, nos encontramos en agosto con celebraciones de los placeres más carnales como el Día del Orgasmo Femenino, el 8, o el Día de la Cerveza, tres fechas antes, quizá como preparatorio. Y hay muchos más, como el del Orgullo Zombie (4 de febrero), el tan necesario de la Diversión en el Trabajo (1 de abril), o el no menos útil de la Rabia, y el eficaz De No Comprar Nada (el último sábado antes de la campaña de Navidad).

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